Hay que matar a B. (José Luis Borau, 1974)

«Borau es un cineasta riguroso en la metodología y planificación de sus películas, siempre preocupado por la fuerza cinematográfica con la que carga sus historias. Hay que matar a B. es un buen ejemplo de cómo trabaja la puesta en imágenes, y no exclusivamente en el soberbio prólogo.»