La sustancia

Sitges 2024. 4 de octubre

Como ya se venía anticipando los días e incluso las semanas anteriores, el gran hit de este año no se ha hecho esperar demasiado. Hablamos, claro, de La sustancia, de la francesa Coralie Fargeat, que llegaba a la ciudad vestida como una estrella del rock para sacudir los estómagos de los espectadores del festival. Además, Exhuma continúa el idilio del cine coreano en el festival y desde Chile nos llega la curiosa Los Hiperbóreos, llamada a dividir el público. A continuación repasamos las tres obras, entre lo más destacado de la segunda jornada.

Los Hiperbóreos (Cristóbal León, Joaquín Cociña, 2024) – Noves Visions

El dúo de directores chilenos Cristóbal León y Joaquín Cociña, autores de La casa lobo (2018), trae al festival de Sitges la película Los Hiperbóreos. La particular propuesta cuenta con una sola actriz en pantalla, Antonia Giesen (con la ocasional aparición de Francisco Visceral Rivera como el Metalero), relegando al resto del reparto a voces que emanan de marionetas, pantallas o incluso de entidades omnipresentes que parecen dirigir la película. Con la premisa de querer recuperar una película perdida, Giesen comienza a interpretar una obra de teatro, desplazándose entre escenarios, atrezo y títeres, mientras narra la historia rompiendo la cuarta pared y hablando directamente al público, algo similar al mediometraje La maravillosa historia de Henry Sugar (2023) de Wes Anderson (o el resto de cortos de ese mismo año que se estrenaron en Netflix). A través del delirante viaje de Geisen, una espiral que borra fronteras entre cine, teatro y hasta el mundo virtual, y que le sumerge cada vez más en la ficción en la que los propios títeres acaban siendo los titiriteros, el dúo chileno expone la obra del controvertido Miguel Serrano y revisita el pasado de Chile.

Dani Álvarez López

Exhuma (Jang Jae-hyun, 2024) – Oficial Fantàstic Competició

Como un misterio terrible, Exhuma se revela en una imaginativa propuesta de folk-horror de chamanes y espíritus; en un camino a las entrañas de la tierra baldía y la psique torturada que conduce al tándem —espléndido— de Kim Go-eun y Choi Min-sik al rito contra-funerario y el terror que encierra el pasado descubierto. Siguiendo la estela inconfundible de El extraño (2016) de Na Hong-jin —así como la estimable The Medium (Banjong Pisanthanakun, 2022)—, el director Jang Jae-hyun regresa al espacio rural como escenario sobrenatural, creando imágenes de una potente carga alegórica. En esta desvergonzada película, el terror se enmarca desde el relato, en una voz en off que eleva su cualidad interior y espiritual y hace de su enunciación una marca de estilo. De esta forma, el gran fenómeno del fantástico surcoreano de este año sorprende desde sus golpes de efecto y su constante sugestión, abriendo las puertas del mal desde su fascinación arqueológica y ritual; una profundamente autóctona y festiva.

Víctor Dalmau

La sustancia (Coralie Fargeat, 2024) – Sitges Collection 

Coralie Fargeat tiró de hemoglobina para culminar su obra previa, Revenge, una historia de venganza (obvio) desarrollado por una joven que se niega a morir y no deja títere con cabeza. La sustancia resulta tan hiperbólica como aquella. Demi Moore (excelente decisión de casting) encarna a una actriz en decadencia que opta por someterse a un tratamiento con tal de recuperar la juventud… aunque nadie le explica los efectos indeseables. Fargeat no se limita a reversionar a Jeckyl y Hyde sino que expone a la luz las consecuencias de la ambición, la vanidad y la obsesión por la juventud, engranando a la perfección el discurso con un conjunta de secuencias de género memorables. A su notable dominio de la imagen (de la secuencia inicial de la estrella de la fama que retomará para rematar la cinta a las secuencias de enfrentamiento entre las dos rivales, el uso que se hace de las imágenes de promoción por parte de unos y otras…) hay que añadir una habilidad para integrar la denuncia de la opresión que la mujer sufre por mantenerse joven y bella (las tomas eróticas del programa televisivo o los cambios de imagen que Elisabeth fuerza, infructuosamente, antes de su cita). Una catarsis gore pondrá a todos en su sitio y reivindicará, con fuerza, su lugar en el top del género. 

Antoni Peris i Grao