Ellas son eléctricas, de Leo Cebrián y Paco Manjón

No somos feministas, somos chicas rockeras
Pléyade

Ellas son eléctricasAl comienzo de El sustituto (Óscar Aibar, 2021), ambientada en 1982, dos heavys van en un autobús escuchando a Barón Rojo a todo volumen, e incomodando a la mujer del protagonista, que se verá obligado por ella a poner algo de orden. El retrato que se hace de los dos individuos es un buen indicativo de lo que significaba ser heavy en aquella época a ojos del resto. Alguien a quien la sociedad temía y marginaba a la vez, principalmente por su aspecto, en general bastante uniforme en base a un código de etiqueta no escrito pero bien conocido, pero sobre todo por escuchar una música que incitaba a la violencia y que probablemente era satánica, aunque la realidad fuese otra bien diferente, todo bastante bien explicado en este artículo. El mundo del heavy era un mundo masculino, y las mujeres pertenecientes a esta tribu urbana (que las había aunque en menor proporción) tampoco eran especialmente bien vistas desde las ópticas conservadoras. Pero si nos ponemos a mirar en las formaciones musicales del género, los primeros grupos españoles que escuchaban los heavys allá por los ochenta, que es la época donde este estilo musical empezó a despuntar a nivel nacional (gracias principalmente a bandas como los citados Barón Rojo, pero también Obus, Sangre azul, Muro o Ángeles del infierno) el panorama era desolador porque ahí sí que la presencia femenina era una rara avis. El documental Ellas son eléctricas es un recorrido por los años 80, narrado desde la actualidad por aquellas pioneras del metal, aquellas mujeres que un día decidieron unirse a una banda e incluso aquellas que montaron la suya propia. Fueron las que abrieron el camino para que cuando hoy se encuentra a una mujer en uno de estos grupos no se le apunte con el dedo como si fuese un monstruo de feria.

Ellas son eléctricas

Lupe Villar (guitarrista) Sangtraït – La Jonquera

El documental de Leo Cebrián y Paco Manjón lleva detrás un trabajo brutal de documentación que se va intercalando durante las entrevistas (de las que se nutre principalmente el trabajo) en slideshows (entradas de conciertos, artículos en prensa y revistas especializadas, fotografías promocionales) y vídeos que incluyen extractos de conciertos, videoclips y actuaciones televisivas, y del mismo modo el posterior montaje parece un trabajo verdaderamente titánico. Comienza con Merche Martínez, de la banda catalana Saday contando cómo se introdujo en este mundo. Podríamos decir que los heavys no nacen, se hacen, y a un heavy siempre le «crea» otro, como una especie de bautismo. Seguramente todo heavy al que se le pregunte podrá contar quién le introdujo en el mundo del metal. Ella y unas amigas siguieron a unos chavales por la calle atraídas por su banda sonora, pues como los protagonistas de la película de Aibar (a veces los estereotipos no son más que un bocado de la realidad) iban con el radiocassette a todo volumen escuchando a Ted Nugent, y empezaron a juntarse con ellos, que les prestaban y grababan cintas. No nos cansaremos de oír cosas parecidas en el documental, mujeres que entraban en el heavy apadrinadas por hombres, hombres que las enseñaron a tocar los instrumentos, que las ayudaron a grabar sus primeras maquetas, que las dijeron que eran buenas y que tenían que tocar (o cantar) en una banda… Y algún despistado podría decir que es contradictorio ensalzar lo que hicieron estas mujeres a la vez que ellas cuentan como es muy posible que no hubiesen llegado allí sin la ayuda masculina, pero la realidad es que no existía otro camino. Como comentaba arriba, con su presencia continuada y su legado musical son las que consiguieron que las que empiezan hoy no sean señaladas y puedan hacerlo sin más ayuda que su propia iniciativa. Así, puede sonar paradójico, pero es el testimonio de una época y de un mundo en el que ellas fueron la génesis de un cambio que aún está en transición, pues aunque en las últimas cuatro décadas se haya avanzado en ese aspecto, todavía queda bastante por mejorar.

Leonor Marchesi (cantante) Púrpura / Santa / Rosas de Metal / Onlyrica / Alter Blu – Buenos Aires y Madrid

Todas hablan sobre diversos apartados de su trayectoria, sus motivaciones, si les gustaba sentirse el foco o por el contrario preferían no llamar la atención (algunas incluso tocaban de espaldas; otras ostentaban orgullosas el liderato, como la mítica Azuzena de Santa que le canta las cuarenta a un público de catetos, a los que tilda de tales, por pedirle que se sacase una teta —queremos pensar que tal comportamiento es una de las cosas que hoy ya estaría superada—), su participación en la composición de las canciones, etc. En la última hora del documental, que cuenta con un metraje de casi dos horas y media, comienzan a salir los temas más espinosos de unas carreras que no fueron un camino de rosas, como podría deducirse erróneamente si atendemos solo a lo visto hasta entonces, y ahí es donde también se muestra el coraje y la valentía que alguna de ellas tuvo que ostentar para aguantar en determinados momentos. Desde el ya mencionado baboseo de un público reflejo de una sociedad bastante cavernícola, hasta los embarazos y la maternidad que en muchas ocasiones ponían punto final a sus trayectorias (pues todo era efímero y si te bajabas del tren un tiempo luego era imposible regresar, sumado al hecho de que la crianza en aquella época tampoco se distribuía como ahora), pasando por los abusos de poder y los harvey weinsteins patrios y sus desagradables ofertas de quid pro quo. Entre las participantes en el documental hay cantantes, guitarristas, bajistas, teclistas, baterías, y bandas que serán desconocidas para los profanos, pero que seguro recordarán los más aficionados, y otras que son leyenda como Santa (la mítica Azuzena ya falleció hace años y es su madre quien ofrece algún que otro testimonio que es aderezado con material de archivo como el citado concierto, probablemente uno de los grandes momentos del documental, con ese discurso brutal y a la vez natural que dejó callado, y probablemente avergonzado, a aquel público becerril), Neurosis, Gárgola, Sangtraït, Evo, Tarántula… y que llevó a los autores a recorrer buena parte de la geografía nacional en busca de estas pioneras y sus testimonios durante un par de años.

El documental se proyectará el próximo 10 de marzo en CentroCentro

También puede verse en línea en Vimeo y en la web de In-Edit