Aunque mentes tan obtusas como la de Molina Foix traten de rebajar el noveno arte a la categoría de monigote, convendremos en que el cómic es hoy día una de las formas de arte más vivas y ricas, y que su variante superheroica ya se ha convertido en un elemento clave de la cultura pop, imprescindible para entender la sociedad de los dos últimos siglos. Un fenómeno, de paso, lo suficientemente mutante como para haber enganchado al menos a cuatro generaciones de lectores. Su carácter poliédrico y trasversal ha propiciado con el paso de las décadas su llegada a la radio, la televisión, los videojuegos y, por supuesto, la gran pantalla.
A estas alturas, el llamado cine de superhéroes es un género lo suficientemente consolidado como para habernos brindado más de una obra maestra, adaptaciones ejemplares de la viñeta original y varios fiascos oportunistas. Sin embargo, hasta la fecha no se había editado en España una obra que analizase con rigor la interesante relación entre mallas y celuloide, más allá de los resabiados textos de los autoproclamados ciberpopes de la cultura popular, tan complacientes en su visión trash del arte. Superhéroes. Del cómic al cine cubre con garantías este vacío editorial, gracias al equilibrio que su autor ha conseguido mantener entre vocación didáctica y pasión genuina por el género. Tonio L. Alarcón persigue aquí un acercamiento riguroso, pero nada dogmático, al fenómeno de las adaptaciones cinematográficas de superhéroes, que permite que esta apabullante colección de datos, fechas y cifras resulte tan nutritiva como amena, y colme las expectativas tanto de avezados fans del género superheróico como de los neófitos. A los primeros, damos fe, les servirá para cubrir lagunas. Los recién llegados encontrarán una amena pero completa guía de referencia en la que prima la información precisa sobre la erudición gratuita.
Estructurado en cajas temáticas, Superhéroes. Del cómic al cine comienza descifrando el pastiche de mitología, ansiedades coyunturales y veleidades autorales que se encuentran detrás de la creación de personajes emblemáticos como Spiderman, el increíble Hulk o Batman, dando cuenta de paso de sus etapas creativas más ricas. Sentadas las motivaciones y características de los personajes tratados, la obra se adentra en terrenos más potencialmente pantanosos, dada la dificultad de sintetizar las múltiples encarnaciones televisivas que han tenido los justicieros con poderes en las últimas ocho décadas. Aquí Alarcón tira de oficio periodístico para disertar, sin aburrir, sobre las primeras encarnaciones cinematográficas del Capitán América en los entrañables seriales de la Republic, las añejas animaciones en xerografía del espacio The Marvel Superheroes, las múltiples versiones animadas de Superman y Batman o las aventuras en formato anime de personajes de la Marvel como Iron Man o Lobezno.
Pero esto, a fin de cuentas, es un libro de cine. Más obra de divulgación que ensayo sesudo, Alarcón tiene el acierto de introducir tan sólo los elementos de análisis necesarios para contextualizar las adaptaciones reseñadas, del aroma shakesperiano del Hulk de Ang Lee al idealismo de la era Obama que impregna el metraje de Capitán América: el primer vengador, de Joe Johnston. Además de relacionar las cintas con el conjunto de la filmografía del autor, se abunda en su fidelidad (o licencias) respecto a la fuente original, un debe habitual en las reseñas cinematográficas de la prensa diaria y especializada. No se incide, por lo demás, en prolijas lecturas en clave política, religiosa o filosófica del género superheroico, que se esbozan en el prólogo de Antonio José Navarro, y se pueden completar con lecturas como The Psychology of Superheroes: an Unauthorized Exploration, de Robin S. Rosenberg.
Aunque la parte del león se la lleven las grandes adaptaciones de grandes iconos de Marvel y DC, también se ha dejado espacio para personajes menores, superhéroes de editoriales pequeñas, acercamientos en clave paródica como Super o personajes creados explícitamente para la gran pantalla, aunque de inspiración viñetera, como la saga Darkman de Sam Raimi. De propina, incluye material gráfico seleccionado con mimo, y unas cuantas anécdotas jugosas, desde la versión de Los Cuatro Fantásticos auspiciada por Roger Corman a los múltiples intentos frustrados que precedieron a la adaptación cinematográfica de Watchmen. Difícil encontrarle peros y pegas a una obra que nace como ajuste de cuentas emocional con más de 30 años de lectura de comic-books para convertirse en una reivindicación contundente e instructiva de un subgénero fascinante.
* Superhéroes. Del comic al cine ya está disponible en tiendas y en la web de Calamar Ediciones