El espinazo del diablo (Guillermo del Toro, 2001. Cameo)
Lo mejor que se puede decir en favor de El espinazo del diablo es que estamos ante una película que, sin ser de las más logradas de Guillermo del Toro, vale por sí misma. Y es que vista después de El laberinto del fauno (2006), con la que guarda ciertas, bastantes similitudes (el ambiente amenazador y tenso de la guerra civil o su posguerra más reciente, la mirada central y preponderante, nada infantil, de los niños y su hambre de fantasía para contrarrestar eficazmente la realidad cruel que les rodea), se podría pensar que estamos ante una primera tentativa, un tanteo previo para llegar a la que hasta ahora es (en espera de la tercera parte que complete esta especie de ciclo español, ahora mismo parada, aunque prevista para el año 2013) la película más redonda del director mexicano. Sin embargo, nos encontramos aquí con una cinta de factura impecable, donde la dosificación de los elementos fantásticos, perfectamente engarzados dentro la trama, se agradece; y con interpretaciones muy conseguidas para dar vida a unos personajes bien trabajados y con un pasado verosímil. Y como siempre con del Toro, acabaremos asistiendo a una posición en favor del mundo de los niños, la única esperanza, donde la pelea es siempre noble, la amistad todavía posible y la lealtad duradera, en detrimento de ese mundo adulto cicatero repleto de debilidades, violento e impotente.
Fernando García Maroto
Los ojos sin rostro (Georges Franju, 1960. Versus)
Ahora que la última película de Almodóvar la ha puesto en el punto de mira, en Versus han estado muy hábiles preparando la entrada en el mercado doméstico de esta película que Georges Franju alumbrase hace ya más de cincuenta años y que ha servido como influencia, no ya solo al manchego sino también, a gran parte de los realizadores de terror y fantástico que se precian de serlo. Y nosotros tenemos que estar muy contentos, porque esta inquietante y enfermiza historia de un mad doctor obsesionado con devolverle un rostro a su hija, aunque sea a costa de quitárselo a otras jóvenes parisienses bien parecidas, aparece en una estupenda doble edición digital cuyo material adicional supera en metraje al del propio film, remasterizado digitalmente para la ocasión. Entre los extras se incluye el cortometraje La sangre de las bestias (1949) del propio Franju, donde se describe el día a día de los mataderos de París y alrededores y el documental Las flores marchitas de Georges Franju (2009) que cuenta con las intervenciones de algunos de sus colaboradores habituales. El DVD con el contenido extra también nos muestra el análisis de algunas secuencias de la película inscrito en uno de los capítulos del programa francés Cinéma cinéma, de 1987, un breve análisis visual de Alberto Bermejo, y un completo libreto interior de 68 páginas con los comentarios de Tomás Fernández Valentí, Miguel Marías, Gonzalo de Lucas, Jesús Palacios y Carlos Muguiro.
Las amigas (Michelangelo Antonioni, 1955. Divisa)
Casi siempre que se habla sobre Michelangelo Antonioni, se ensalza indefectiblemente por encima del resto de su obra esa magnífica trilogía sobre la incomunicación compuesta por La aventura (1960), La noche (1961) y El eclipse (1962), sin dejar de lado otras puntas de lanza en su carrera como son Blow Up (Deseo de una mañana de verano) (1966) o El desierto rojo (1964), marginando injustamente este reciente lanzamiento de Divisa, y que varios años antes que las previamente mencionadas ya comenzaba a apuntalar el universo creativo del realizador, tanto temática como estéticamente. La historia de cuatro amigas y una quinta que se une al grupo tras una agridulce casualidad sirve al director de El grito (1957) como un vehículo para exponer el lado más turbio, sentimentalmente hablando, de la burguesía italiana de la época y, ¿por qué no decirlo?, del resto de los mortales, pasados y futuros. Cinco amigas, sustantivo que quizá debería ir entrecomillado, con sus correspondientes satélites masculinos, son los diversos personajes, excelentemente perfilados y matizados, que configuran un relato donde la hipocresía, los celos y la cobardía ganan con diferencia al amor, el sacrificio o la amistad que da título al film. Brillante adaptación del relato Entre mujeres solas, del turinés Cesare Pavese, Las amigas retrata con sequedad no exenta de cierto humor negro, el lado más miserable de la humanidad.
Sergio Vargas
«El espinazo del diablo» fue para mí el descubrimiento de Guillermo del Toro. Yo, al contrario que Fernando, la disfruté antes de hacerlo con «El laberinto del Fauno» y, aunque he decir que me gustó más aún esta última, recuerdo de «El espinazo del diablo» más que la película la sensación que me causó. Era una combinación de drama y terror puro, de ese que te hace ir bajando en la butaca tapándote con todo lo que lleves. Gracias, Fernando, me has dado ganas de volver a verla. Lo haré para recordar esa grata sensación.