Este año se cumple el décimo aniversario de la muestra de cine de ciencia-ficción que organiza el canal temático Syfy como escaparate autopromocional. Como viene siendo costumbre, la mayor parte de la programación que se concentrará entre el 7 y el 10 de Marzo, se nutre de algunas cintas que a pesar de contar con el favor del público en el pasado festival de Sitges no han sido tan afortunadas como para gozar del abrazo de las distribuidoras, aunque también con un par de novedades respecto a la cita catalana. Los madrileños tendrán un buen aperitivo para el Nocturna Film Festival, que tan solo cinco días después de finalizar la muestra anunciará sus primeros títulos y lanzará su web.
Se consolidan en esta edición algunos de los cambios introducidos el año pasado. Uno de ellos, el de sede, del mítico cine Palafox a un cine Callao que al parecer este año ha reducido su capacidad en doscientas butacas con lo que la ganancia de aforo (el que parecía motivo inicial para el cambio) resultaría prácticamente anulado. Ahora estamos en un cine un poco más céntrico, que no tiene el mismo encanto pero sí aproximadamente el mismo aforo que antes. Otro de los cambios es el de introducir sesiones de clásicos del cine mudo con música en directo, similar a lo que se hacía en el festival de cine alemán, pero aquí con la participación de grupos de la escena indie nacional, lo que amplía el espectro de público objetivo de la muestra (si viendo los espectadores de Sitges aquello cada vez parece se más al Contempopranea, hasta el punto de que la zombie walk se confunde con improvisadas hipster walks, este hermano pequeño no puede andarle a la zaga). Así pues, el trío de hermanas cordobesas Prin’ La Lá pondrá el fondo a Nosferatu (Nosferatu, eine Symphonie des Grauens, F.W. Murnau, 1922) y el dúo catalán Hidrogenesse, hará lo propio con Garras humanas (The Unknown, Tod Browning, 1927). La última novedad de la anterior edición es la incorporación al plan del domingo de un programa doble Phenomena donde se proyectarán Alien, el octavo pasajero (Alien, Ridley Scott, 1979) y Desafío Total (Total Recall, Paul Verhoeven, 1990).
También el domingo, a mediodía, habrá una sesión para toda la familia: El mago de Oz (The Wizard of Oz, Victor Fleming, 1939) que entronca directamente con la película inaugural, un preestreno de los de toda la vida (el día antes del estreno), que no es otra que la esperada Oz, un mundo de fantasía que Sam Raimi dirige para la Disney. Y los pequeños también podrán disfrutar (el sábado a mediodía, pero en otra sede) de el clásico Viaje a la luna (Le voyage dans la lune, Georges Méliès, 1902) al compás de las melodías de Hidrogenesse (si estos dos conservan su vestuario habitual será divertido observar el rostro de algunos padres).
Hace ya un par de ediciones que se suprimió la sesión de cortometrajes, si bien habrá tres (Amor de madre, Horizonte y Voiceover) previos a alguna de las sesiones. Y a pesar de su breve ausencia, se consolida también, tras su retorno el año pasado, Leticia Dolera como presentadora impresentable, dicho esto en el mejor de los sentidos. El público de la muestra se merece a alguien como ella.
Entrando ya en la programación en sí, dentro de las novedades respecto al Sitges 2012 nos encontramos con Boneboys, segunda película del par Duane Graves/Justin Meeks, una historia de canibalismo inspirada en un cuento de Jonathan Swift. La otra es la secuela de la interesante El último exorcismo, producida nuevamente por Eli Roth y dirigida esta vez por Ed Gass-Donnelly, que retoma la historia transcurridos unos meses tras los hechos de la primera parte.
Por lo demás, de la selección extraída del festival catalán se echa en falta la mejor película de terror de los últimos años: Lords of Salem de Rob Zombie, o cosas que gustaron bastante al público como Room 237 de Rodney Ascher, pero la selección encaja bien con lo que podría esperarse de la muestra, sin desentonar con el nivel de las anteriores ediciones. Podremos ver Cabin in the Woods, comprada el año pasado por Vértice y finalmente estrenada directamente en DVD (“entre otros motivos por la piratería”) en lo que fue probablemente un gran error comercial, aunque habrá que suponer ellos hicieron las cuentas. Aquí, no me cabe duda, la sala se llenará, porque la película lo merece, incluso si se ha visto en casa. Grabbers, coproducción anglo-irlandesa de Jon Wright es una divertida película que toma elementos de Tiburón o Gremlins pero que sabe reinventarse con inteligencia y con unos personajes con carisma que saben solucionar sus problemas a base de alcohol. También podremos ver John Dies at the End, la última película de Don Coscarelli (Phantasma), en una propuesta de terror, diversión y aventuras con aire ochentero y sabor a Noche de miedo (Fright Night, Tom Holland, 1985).
En la madrugada del sábado, el mejor momento para una bizarrada de este calibre, podremos ver Dead Sushi, de Noboru Iguchi, el autor de locuras como Mutant Girls Squad o Tomie: Unlimited, que en esta ocasión propone un festival de terror y comedia gastronómicos. También el sábado, pero a primera hora, tendremos la cinta de animación Wolf Children, pequeña joya de Mamoru Hosoda, el director de Summer Wars. Una historia humanista y emotiva, que se gana al espectador con ternura y algunas risas pero sin empalago (ojo con llevar a los más pequeños, pues será en versión original con subtítulos). Este año también se ha colado una de hace dos Sitges, y no es otra que Twixt de Francis Ford Coppola, que aquí veremos en 2D, lo cual tampoco es demasiado agravio porque solo utiliza el 3D en dos secuencias contadas. Se trata de un policíaco fantástico simpático con un Val Kilmer desproporcionado (y no por sus cualidades interpretativas, que son las mismas de siempre) que seguramente se tomaría más en serio si su director fuese un desconocido, pero tratándose del padre de El padrino, hay que tomársela a risa. A continuación podremos ver Antiviral, opera prima de Brandon Cronenberg, el hijo de David, autor de Cromosoma 3, eXistenZ o Vinieron de dentro de…, y por ahí van los tiros de este debut, porque la sangre tira mucho y la carne se estira mucho.
Completan la programación la cinta británica Cockneys vs. Zombies, una correcta comedia de terror sin demasiadas exigencias que divierte y entretiene con las peripecias de unos hermanos que roban un banco para evitar que destruyan el asilo donde vive su abuelo el mismo día en que los zombies asolan la ciudad (y el banco, y el asilo…), y Kenshin, el guerrero samurái, basada en el manga de Nabuhiro Watsuki cuyas dos horas y media largas se pasan volando.
Para quien se acerque, uno u otro día, o todos, podrá entretenerse entre película y película con algunas actividades complementarias como el Exposyfy o irse de tapas temáticas por la zona.