De Obama a Trump
Empezó con entusiasmo, pero con algunas reticencias críticas. ¿Podía ser atractivo un festival (otro más) que se nutriera del cine independiente norteamericano? ¿Es realmente independiente el indie? Llegado a su 5ª edición debemos decir que el entusiasmo estaba justificado y no así las reticencias iniciales puesto que el Festival alcanzó un nivel más que notable ya en las dos ediciones previas. Y, cumpliendo un lustro de existencia, las diferentes secciones del Americana se permiten llamarnos a gritos a las salas a disfrutar de su oferta.
Para los muchos que no pudieron disfrutarla en Sitges, hay que reivindicar Brigsby Bear de Dave McCary, una comedia tierna como un osito de peluche, pero para nada empalagosa. La historia de un joven adicto durante su cautiverio a una serie que parece no existir cuando es liberado. El esfuerzo de alguien por crear su mundo y el acto de amor que recrea la serie que él necesita. Lucky, afortunado debut en dirección de John Carroll Lynch, contiene la última y magistral interpretación de Harry Dean Stanton, uno de aquellos gloriosos secundarios (e incluye a otro Lynch como secundario, alerta).
También en la sección Tops, prometen mucho Golden Exits, la última obra de Alex Ross Perry (autor de Queen of Earth y Listen up, Philip), que estará presente en el festival en una sesión con debate incluido, y de quien se podrán ver otras obras. También vienen muy bien avaladas por los comentarios en festivales internacionales Ingrid Goes West, de Matt Spicer, una comedia sobre las redes sociales, el acoso y la falsedad de los likes, el thriller Gemini de Aaron Katz y Patti Cakes, un musical en una familia distópica, que tiene su morbo y ya compitió por la Cámara de Oro en Cannes. Destacar también el pase conjunto de los dos episodios de World of Tomorrow (el primero ya gozado en este festival) de Don Hertzfeldt, una historia animada sobre un mundo futurista, identidades clonadas y un presente con realidad más que cuestionable.
Entre las películas presentadas en la sección Next (lo más indie de lo indie) apostaría por dos comedias, Lemon, con Michael Cera, y Sylvio, con un gorila en crisis de identidad, así como por un par de intrigas, The Endless (una cinta de supuestas sectas recomendada desde Sitges) y The Strange Ones.
Finalmente, más allá de la calidad de las otras propuestas, no podemos olvidar que entre los documentales participantes está la última obra de Frederic Wiseman, Ex Libris, sobre la Biblioteca Pública de Nueva York.
Americana nació bajo el signo de la renovación, con Obama como presidente y muy buenos deseos. En cuatro años vimos obras reivindicativas, ácidas y de gran calidad. Al año de gobierno de Donald Trump habrá que ver cómo se desarrolla la independencia cineasta. Venga, vamos a hacer el indie.