Llegado el primer fin de semana del Festival, la afluencia de espectadores y el fervor que hace de cada sesión un espectáculo es cada vez más pronunciado. Los primeros nombres y títulos empiezan a hacerse eco entre colas y puntos de encuentro; el rumor que recorre Sitges de cine y terror empieza a circular de lado a lado. Estas son algunas de las películas que la redacción de Miradas de cine ha podido ver en este tercer día.
Caligula – The Ultimate Cut (Tinto Brass, Thomas Negovan, 1979-2023) (Sitges Clàssics)
El nuevo metraje de la polémica y desquiciada película de Tinto Brass es una experiencia absorbente y terrorífica a partes iguales. Vista en pantalla grande, esta versión magnifica su valor lisérgico y demencial, relatando la vida y obsesiones del tiránico emperador romano a través de la explotación de la violencia y el sexo. El director se sirve de esta representación
extrema para abordar la ambición y el poder como una enfermedad, plagando todas las imágenes de una abstracción atemporal que convierten la ciudad de Roma en una macro-orgía psicodélica. En su vocación formal, su apariencia tosca y teatral dispuesta sobre decorados gigantescos enriquecen la incomodidad que envuelven las tres horas de película, transcurridas con afortunada pesadumbre como un sueño febril imposible de olvidar.
Where the Devil Roams (Zelda Adams, Toby Poser, John Adams, 2023) (Noves Visions)
Los Adams, emblema del cine de terror independiente estadounidense, vuelven a Sitges después de presentar en la edición de 2021 el cuento de ocultismo adolescente Hellbender. Esta vez seguimos a una familia de circenses, interpretados por los mismos directores, en una macabra road trip donde el padre, un ex-médico traumado por la guerra, es incapaz de presenciar la violencia que ejerce su mujer, sanguinaria y vengativa. La hija de ambos, angelicalmente interpretada por Zelda Adams, se encargará de tomar fotografías de todo aquel que la matriarca decida llevarse por delante. Relato sobre la maldad que transmuta, donde magia y ritos demoníacos se entremezclan dando como resultado una cinta que rezuma personalidad, con una estética única y una impecable selección musical.
Fuerza Bruta: Sin Salida (Lee Sang-yong, 2023) (Òrbita)
Sí que es bruta, sí, el título es idóneo y define a la perfección este salvaje filme de acción. Sentado en la butaca de la sala Auditori de Sitges podía sentir cada sacudida que daba el bestia de Ma Dong-seok, y no son pocas. La estrella coreana se deja llevar y ofrece la interpretación más divertida (y cafre) de toda la saga, sacando a relucir todo el potencial de su carisma. Los chistes, acertados y bien repartidos a lo largo del metraje, acompañan a la perfección a la actuación de Dong-seok y le elevan al personaje icónico en el que ya se ha convertido. El actor coreano va de una a escena a otra a base mamporros, nadie está a salvo y cualquier excusa le vale para dar un buen tortazo que manda volando (literalmente) al receptor. Las peleas resultan todo un espectáculo, con movimientos de cámara sincronizados a impresionantes coreografías y efectos de imagen para acentuar cada guantazo. Fuerza Bruta: Sin Salida es la más divertida, espectacular y bestia de la trilogía. Una muy entretenida película de acción que en el ambiente festivalero de Sitges, con el público aplaudiendo cada vez que un pobre desgraciado sucumbía a los puñetazos de Dong-seok, ha sido realmente disfrutable.