She Loved Blossoms More (Yannis Veslemes, 2024) – Noves Visions
Si hay en la actualidad una cinematografía que parece tener señas de identidad específicas que se extienden a buena parte de los largometrajes es la griega. Sean dramas sociales o comedias hay una suerte de humor negro, de cinismo en los personajes y de situaciones absurdas que aparecen una y otra vez. No es excepción esta cinta de ciencia ficción dónde los viajes en el tiempo son una excusa para recoger la patética situación de una familia (un padre mayoritaria y extrañamente ausente, tres hijos constantemente drogados) que trata de recuperar a una madre fallecida. Yannis Veslemes reconstruye en el interior de una casita un supuesto laboratorio que incluye artefactos diversos, ordenadores de los noventa y un viejo armario que debe ser la máquina del tiempo con la que recuperar a la madre de entre los muertos. El ambiente, no obstante, dista mucho de ser el ambiente científico que podemos ver en tantas películas y es, más bien, un entorno opresivo, bañado de (escasa) luz amarillenta, en el que los tres hermanos habitan en medio de discusiones, acusaciones varias y mucha droga. El humor negro aparece claramente en los ensayos de viaje temporal y en sus peculiares consecuencias con una gallina descabezada y una novia repartida en varias dimensiones, lo que aligera la carga de amargura que arrastran los personajes. La cinta ahuyentó a los amantes del género más puro pero, aun a pesar de un último tramo tan lisérgico como disperso, constituye una buena apuesta sci-fi.
Fréwaka (Aislinn Clarke, 2024) – Oficial Fantàstic Competició
La cinta de Aislinn Clarke nos sirvió para evidenciar que algunos ya hemos visto muchas películas. Esta sólida propuesta de folk horror es tan valorable como predecible y el retorno de una joven irlandesa a sus raíces (un concepto contenido en la palabra gaélica del título) nos pone en aviso acerca de todo aquello que puede acaecerle. Así, una joven asistente domiciliaria, encargada de una anciana cargada de malhumor y de aparentes supersticiones, será víctima de un pasado del que toda su familia trató de escapar. Clarke juega muy bien las cartas, dosifica la información y mantiene la tensión de principio a final.
Dead Mail (Joe DeBoer, Kyle McConaghy, 2024) – Noves Visions
Si uno tiene suerte, en todo festival hay obras que desconocemos a priori y que, en ocasiones, vemos por casualidad, por cuadrar un horario o porque alguien nos ha llamado en última instancia la atención sobre ella. Esta película de Joe DeBoer y Kyle McConaghy sorprende al espectador. Arranca con una secuencia intrigante, en la que un hombre maniatado y arrastrando una cadena repta hasta un buzón para mandar un mensaje de socorro antes de ser atrapado. La cinta continúa con las pesquisas de un encargado del servicio postal acerca de la carta en cuestión pero un giro inesperado lanza la cinta hacia un gran flashback que explica lo sucedido. La trama, en definitiva, constituye una crónica negra de tensión constante acerca de un psicópata tan peligroso como mediocre que acaba con las vidas de diversos personajes. Serie B, orgullosa de serlo, Dead Mail se ambienta en los 80 (poco PC y ningún móvil) y está rodada con un estilo de la época, fotografía y música electrónica incluidas.
Una ballena (Pablo Hernando, 2024) – Oficial Fantàstic Competició
En una pequeña ciudad de la costa vasca, dos viejos amigos se disputan la valiosa custodia del puerto marítimo, la puerta de entrada para todo tipo de actividades de dudosa legalidad. En medio del conflicto está Ingrid (Ingrid García Jonsson), una implacable asesina a sueldo que mata de manera metódica y sin remordimientos. Tras cada muerte, emerge de su cabeza un misterioso líquido blanco que la asesina custodia como su más preciado tesoro. Pablo Hernando, rostro habitual del nuevo cine low cost español, imprime una atmósfera fantástica al noir clásico, tan inquietante como absorbente y fascinante, permanentemente gris como el cielo que se ciñe sobre los personajes y azul como el mar, dónde habitan las criaturas monstruosas que parecen dotar a Ingrid de unas cualidades sobrehumanas. Un cine de tempos pausados, de imágenes portentosas y seductoras, de sombras y luces evocadoras, que nos arrastran en un viaje sensorial, más interesado en generar preguntas complejas que en dar respuestas convencionales. Como las puertas hacia habitaciones oscuras que abre constantemente la protagonista, sin ser capaz de reparar en lo que hay dentro de ellas. Cabe destacar también el sensacional trabajo de Ingrid García Jonsson, cuyo aspecto andrógino y su minuciosa labor de contención aportan al personaje el status de criatura fantástica indescifrable. Es difícil desentrañar las capas de significación y la compleja mitología bajo las imágenes de Una ballena en un primer visionado, pero merece la pena embarcarse en este críptico e inquietante viaje.