Entrevista Raúl Alaejos

Raúl AlaejosEl inusual estreno comercial de un ensayo fílmico merece ser tenido muy en cuenta. Al comentario sobre Objeto de estudio, añadimos esta breve entrevista que tuvimos el placer de mantener con su director, Raúl Alaejos.

—Sabemos que Objeto de estudio surge a partir de una beca Leonardo. ¿Era sin embargo este el objetivo inicial del proyecto?

—El proyecto presentado para la beca precisaba de la definición del objetivo y también era necesario desarrollar un hilo narrativo que lo estructurara. Conocía la historia de Robert Peary, Matthew Henson y la super raza y me pareció interesante partir de allí. Sin embargo, una vez conseguida y, en contexto en Groenlandia, consideré que aquel no era el punto más interesante y merecía la pena valorar el impacto de la colonización, de la nueva colonización, en aquel territorio.

—¿Ya conocías el territorio?

—Había visitado el Ártico por una campaña de Greenpeace. Queríamos denunciar la situación de deshielo debida al cambio climático y el impacto que tenía sobre el medio ambiente, animales y humanos. Sin embargo, una vez allí, con Alejandro Sanz declamando el texto y el escenario seleccionado, comprendí que también nosotros, con la mejor voluntad, estábamos utilizando aquel espacio y a aquella gente para imponer, para encuadrar, un punto de vista que no por ser auténtico o reivindicable, dejaba de ser forzado. Los inuit se sienten decorado y lo remarco en la película con un comentario que hicieron: “antes se llevaban nuestros objetos, ahora se llevan nuestras imágenes”.

Objeto de estudio

—Así pues, ¿llegaste y les planteaste tu proyecto?

—Fue evolucionando. Por una parte, decidí orientarme a evidenciar la imposición del relato occidental en un paisaje exótico y, para ello, opté por buscar las imágenes menos exóticas. Decidí ir rodando y así tomé imágenes de la cotidianeidad, alternando con algunas escenas más simbólicas como la iglesia vacía de fieles o la salida de los mismos de una ceremonia. Sin embargo, progresivamente, opté por ir dándome libertad en el rodaje.

—¿De qué manera?

—Por una parte, decidí rodar planos cotidianos y, a la vez, evidenciar la banalidad de los rodajes, tratando de poner en duda mi propio proyecto. Así pues, el director del reportaje que se supone estamos viendo, se encuentra con que hay entrevistas que resultan totalmente inútiles, no encuentra los testigos que necesitaría o los planos que le gustarían.

—En este sentido, da la impresión que su rodaje, su objetivo, se va diluyendo en el contexto de Objeto de Estudio.

—Era como hacer dos películas en una. La que denunciaba el uso del exotismo para fines ajenos (fueran culturales, comerciales o científicos) y la del director que no consigue hacer su película.

—¿Los inuit con que te relacionaste eran conocedores de ello?

—Era difícil explicárselo, especialmente por la barrera idiomática. A muchos les divertía ver cómo hacíamos planos extraños, pero a pocos le explicamos la complejidad del proyecto. Básicamente lo compartimos con David, el responsable de la radio comunitaria, con el que entablamos una relación de complicidad. A priori yo había trabajado sobre las teorías y los mensajes oficiales de la Antropología para hacer estudios de campo y los utilizamos, burlonamente, en las frases que lanza el locutor de radio a mitad de su programa, aludiendo a la imposibilidad de captar la realidad por parte del equipo de rodaje.

—Es uno de los momentos más divertidos e incisivos de la película. Se merecería más espacio, o más tiempo para reflexionar sobre ellos… En base a las dos líneas, entiendo que debe haber mucho más material rodado.

—Llegamos a plantear hasta 13 versiones de la película, una de ellas de 2 horas de duración. Opté por trabajar planos fijos, retratos, como estableciendo una puesta en escena sobre momentos cotidianos, sobre aquellas imágenes que no resultaban interesantes para un documental científico o antropológico. Los podía estructurar en módulos y por ello permitía crear tantas versiones. De hecho, la inserción de una escena en determinado orden, permitía orientar la cinta en una u otra dirección.

Objeto de estudio

—Tal vez sería interesante oponer Objeto de Estudio al documental “oficial” que se obtendría del material rodado a tal fin.

—Es una idea. Sin embargo, no llegamos a rodar tanto material que permitiera la construcción del documental oficial.

—¿Cómo viven los inuit la irrupción del turismo?

—La película está rodada en un lugar muy extremo, muy alejado. Hay poco turismo como tal, muy exclusivo de haberlo. Más bien se trata de una “invasión” de documentalistas o científicos medioambientales. Son “extractivistas”. Buscan una puesta en escena que les permita ambientar su discurso. A partir de ahí los inuit, que viven en buena parte del subsidio del gobierno danés, recuperan sus hábitos de caza y pesca, sus ropas y su utillaje, y pueden simular o recuperar sus costumbres de caza del oso polar o pesca del narval.

—¿Preferirán a Trump que a Dinamarca?

—Desconozco la geopolítica para responder a ello. Es cierto que hay intereses para explotar el petróleo del subsuelo o la pesca de la gamba o el bacalao árticos, pero son labores muy difíciles. Por otro lado, los inuit priman su autonomía y Dinamarca se la puede asegurar, además de facilitarles un subsidio, algo dudoso con el gobierno norteamericano.

—Objeto de Estudio se estrena comercialmente. No es lo más habitual. ¿No la ves más como un objeto de debate en otros ámbitos?

—La película se hizo con gran libertad. El productor se animó a una carrera comercial y tenemos salas valientes que la exhibirán, junto a una presentación de la misma. Sin duda es una cinta que merece debate por parte de antropólogos (formará parte del catálogo de alguna Facultad de Antropología) u otros profesionales. Pero merece la pena pueda ser vista por el público general.

Objeto de estudio

—Es una idea buena y una decisión valiente, seguro… ¿Qué otros proyectos tienes entre manos?

—Ahora estoy trabajando con el Colectivo Paisanaje en Ese fulgor, un retrato de la Casa de Campo de Madrid, un espacio dónde pueden convivir jubilados, familias con niños, cruising, domingueros, espacios lúdicos …

—Puede resultar muy interesante… Gracias, Raúl, por el Objeto de Estudio y mucha suerte con ambos proyectos.

Objeto de estudio, de Raúl Alaejos