Top 2024 – 7. Secretos de un escándalo, de Todd Haynes

Secretos de un escándaloEn la superficie, todo parece idílico: las casas espaciosas con jardines frondosos de un barrio residencial, el sol permanente que baña con su cálida luz, la noción de un hogar construido sobre el amor. Un amor, eso sí, nacido del escándalo. Los frágiles cimientos de esta vida familiar comienzan a tambalearse con la llegada de Elizabeth (Natalie Portman), una actriz que se está preparando para interpretar a Gracie (Julianne Moore) en una película que aborda los inicios de la relación escandalosa con su actual marido Joe (Charles Melton), cuando él tenía solo trece años y ella más de treinta.

Con una puesta en escena casi de telefilm y con ecos de Persona y de melodrama almodovariano, Todd Haynes nos sumerge en la inquietante «normalidad» del núcleo familiar a través de una figura externa que, como el propio espectador, va descubriendo a medida que avanzan los minutos la oscuridad que esconden las imágenes líricas y luminosas que inundan la pantalla. Como esas notas de piano melodramáticas que irrumpen de vez en cuando en la cargada atmósfera sonora, el horror enterrado del abuso infantil que trata de asomar a la superficie del matrimonio.

Secretos de un escándalo

Secretos de un escándalo es una película incómoda. No solo por su incisivo y sutil retrato de los abusos sexuales infantiles —y sus consecuencias en la edad adulta, magistralmente encarnadas en la fisicalidad de un portentoso Charles Melton—, sino principalmente por su juego de espejos: los que enfrentan al personaje de Portman, una actriz frívola y de moral dudosa, con el de Moore, una abusadora que vive en permanente negación de su pasado. Y los que obligan a la sociedad a enfrentarse a su propio reflejo incómodo: la responsabilidad colectiva fallida, la facilidad con la que se elige mirar hacia otro lado.