Hay parejas simpáticas y otras tremendamente aburridas. Las hay que se entienden sin hablar y las que se comunican a gritos. Algunas están formadas por miembros muy autónomos, capaces de llevar vidas que sólo se cruzan al despertarse o al acostarse y seguir unidas. Pero hay otro tipo de parejas, insoportables, en las que un elemento depende de tal modo del otro hasta el punto de mimetizarse, aislándose del resto del mundo, desintegrando ambas personalidades en un proceso complejo.
En Together, la pareja formada por Millie (Alison Brie) y Tim (Dave Franco) está en crisis y está a punto de fusión, es decir, de convivir juntos. Ella es un personaje insoportable por su expansión positiva, arrastrando y engullendo a la vez a su novio. El ha dejado de ser el adolescente que soñaba con ser rockero para ser… nada, un apéndice de ella. Ambos se trasladaran a una vivienda alejada de la urbe, en una zona rural y, puesto que se nos ha servido un prólogo harto significativo, sabemos que no va a pasar nada bueno. Pero, a pesar de ello (o tal vez por ello), la cinta no decae sino que, de modo continuo y progresivo, veremos a la pareja como más insoportable (juntos y por separado) y a la historia más atractiva.
No revelaremos mucho si comentamos que los dos cuerpos se esfuerzan por unirse pero la película es ciertamente hábil en cuanto lleva la metáfora a la práctica y lo que era una atracción insoportable (por cursi) para el espectador, pasa a ser una atracción insoportable para los dos personajes. Michael Shanks va elevando el tono, pasando de la sugerente secuencia en que el cuerpo de Tim , atrapado en la ducha, se golpea contra las paredes a medida que ella se aleja en coche, al ritmo de frenazos y giros, a la dolorosa escena de sexo que puede forzar a los espectadores a encogerse en el asiento cerrando las piernas. La secuencia más sugerente, no obstante, se produce cuando ambos cuerpos reptan por el suelo para encontrarse, punto en el que habrá que utilizar medios de separación radicales. Body horror, pues, aunque combinada con una mirada harto sarcástica hacia el par de personajes, sobre esas parejas que posiblemente hemos conocido y sufrido.


