¿Post? Terror
Cabeza visible de la generación Splat Pack —recordemos, ese grupo de jóvenes realizadores que desde la década pasada vienen ejerciendo una notable renovación del cine de terror—, Alexandre Aja reclama su lugar en la industria parapetándose progresivamente tras imágenes convencionales. En Reflejos, el virulento estilo de Aja se desdibujaba en espontáneos retazos de horror que perseguía relatar una crónica (más) del desmembramiento familiar. El realizador francés lograba de esta manera, borrar su presencia de unos fotogramas que conformaban un sencillo pero poderoso creepy tale, alejado de sus ambiciosas ficciones previas.
Piranha 3D, en esta línea, juega sin disimulo a convertirse en un manifiesto hedonista que libere de una vez por todas a su creador. Para ello, Aja ha elaborado seguramente su película más referencial, tomando como punto de partida la obra maestra de Joe Dante, con la que comparte tan poco como sus anteriores remakes. A partir de ahí, Aja —acompañado de su colega Grégory Levasseur— mezcla sin pudor el despelote de los beach party movies de los sesenta, la frivolidad de la estética MTV, el sentido de la parodia de un Fred Dekker, el splatter desmadrado a lo H. G. Lewis, y el humor chusco de una barata producción de Roger Corman…ingredientes que neutraliza y desbarata en una orgía final de sangre de apabullante construcción, que se aleja de la trivialidad que embarga el resto del metraje.
No obstante, resulta curioso detectar cómo una película básicamente catártica —por su sentido de la desvergüenza, por su aparente pose venial— puede convertirse en el film más encorsetado de su realizador. En su intento por ser grotesca —la piraña escupiendo un pene a la pantalla—, excesivamente thrash —el baile subacuático de las dos féminas bajo la batuta del Dueto de las Flores de la ópera Lakme—, Piranha 3D se revela como una película cuya esforzada idiotez atenta contra su idiosincrasia: la de ser un trozo de celuloide que viene a satisfacer toda una gama de bajas pasiones masculinas. Todo resulta tan rematadamente idiota y autoconsciente —los cameos de unos Christopher Lloyd y Richard Dreyfuss pasados de vueltas— que el goce que entrega está filtrado por el intelectualismo de un realizador que en el fondo no puede liberarse de su condición de teórico, de estudioso de la violencia. De ahí que la película triunfe con su estallido gore, donde Aja da rienda suelta a su fascinación por la violencia que encuentra en el horror su mecanismo más sano de purga. Es aquí donde descansa la gran contradicción de Piranha 3D: la estulticia que a Aja le gustaría rodar contra la crueldad que no puede dejar de filmar.
En 2008, David Gordon Green sorprendía a propios y a extraños con Superfumados, una stoner movie guionizada por Seth Rogen y Evan Goldberg. Para el otrora sucesor de Terrence Malick, la película era tan desconcertante que costaba integrarla en las viñetas que había trazado hasta el momento el director de George Washington o Undertow. Sin embargo, lejos de las convencionales imágenes de Danny Leiner, la sensación que desprendía Superfumados era la de un profundo extrañamiento, como si los personajes de la Nueva Comedia Americana tropezaran con su propio fin. La obra debía ser leída como un manifiesto conceptual capaz de inaugurar nuevos caminos para la evolución de la comedia: una obra que resultaba ser más ensayo que narrativa.
Algo similar sucede con Piranha 3D, donde Alexandre Aja parte de un material de derribo no para reírse de él, sino para parodiar la propia parodia. Pero también es un remake muy signo de los tiempos: la incorrección y el atrevimiento político de Dante es sustituido por la abyección de la cultura del exceso y la desnaturalización de la violencia. En definitiva, una metaparodia que, curiosamente, es más divertida cuando menos consciente quiere ser.
Pues casi que opino como tú. A ratos parece que estamos ante una película audaz, irreverente y brutal a partes iguales, pero no es un sentimiento constante. Creo que tu última frase resume bastante la sensación general que deja «Piranha 3D». Los mejores momentos son, en mi opinión, los más frívolos, o sea, aquellos que están protagonizados por Kelly Brook y Jerry O’Connell («el despelote de los beach party movies de los sesenta, la frivolidad de la estética MTV»…), y el chavalín entusiasmado intentando librarse de la vigilancia de su madre. Pero después hay unos cuantos elementos que fallan, y más o menos los has nombrado todos: «el baile subacuático de las dos féminas (…), los cameos de unos Christopher Lloyd y Richard Dreyfuss…»
También tengo problemas con los cambios de tono, que pasa de lo grotesco a lo trágico con una rapidez alarmante. Tampoco sé qué pretende Aja al intentar contar siempre relatos sobre familias, podríamos llamar a sus pelis «Survival Family» o algo así. No sé, creo que en «Piranha 3D» debería haber prescindido de personajes rectos (la madre policía) o inocentes (los niños) ya que son bastante funcionales, no hay transgresión, aunque sé que algunos opinarán lo contrario, en especial con el personaje de la policía. En todo caso, una peli disfrutable, divertida, pero poco más (y que conste que quizás sea de lo más decente de la cartelera actual). Y sí, la original de Joe Dante es muy superior.
p.d. No tiene que ver con la crítica pero me gustaría saber si estáis planeando escribir algo sobre «Halloween II», la última de Rob Zombie, que creo que gustó bastante en Sitges. Y a mí me parece una peli muy interesante y a contracorriente del cine de terror reciente (yo la considero la «Funny People» del cine de terror). Un saludo.
Realmente lo trivial de muchos momentos no me parece malo en sí, lo que molesta es que de repente la película quiera ser trágica, pero incluso en los momentos trágicos y catárticos hay situaciones bastante idiotas, creo yo. Digamos que no me convence esa arbitrariedad dramática que utiliza Aja en esta película. Y siendo consecuente con esta idea, quizás la película que más me interesa de su filmografía sea «Mirrors», la más discreta aunque no por ello menos problemática que las demás.
Gracias por tus comentarios Hobbie. He vuelto a revisar la película en casa y me sigue generando las mismas contradicciones, aunque le he cogido más cariño.
Sobre lo que comentas de «Halloween II», tuvimos la idea de hacerle un especial tras el pase del SyFy del año pasado, pero nos gustaría esperar a alguna edición en dvd (visto que lo del estreno en salas es una quimera).
un saludo.
En mi opinión esta película es una pequeña joya de un género que entiendo no guste a todo el mundo. Igualmente, sólo decir que gracias por una película que sólo tiene un adjetivo: DIVERTIDÍSIMA!!!!! humor! alguna escena memorable! sexo! y sangre! si te gusta el cine «friki» bienvenido porque «te lo vas a pasar teta»
Sé que es un poco absurdo comentar un post 2 años y mnás después, pero el día de hoy recién vi la película (nunca me pareció que valía la pena de gastar $5 en una sala) y es inevitable compararla con su predecesora y con el debut de Spielberg: La marca distintiva de «Jaws» es como el monstruo solo se insinúa en la mayor parte de la peli y aparece recién en esa escena monumental en que x milímetros no le arranca el brazo al totalmente desprevenido Ron Schneider, y además los asesinatos son pocos (creo q no pasan de 6 incluyendo el perro). Mientras la Piraña de 1978 va x el camino opuesto: los bicharracos aparecen desde el principio, y hay sangre y asesinatos a raudales, así como bikinis (recuerdo q las escenas de los pececitos metiendose entre los corpiños me acompañaron mentalmente en algunas labores manuales en mi pubertad). La Version 3D cambia pocas cosas del argumento: en la original las pirañas son arrojadas a un río por error desde una abandonada facilidad del gobierno que experimentaba con ellas para limpiar el delta del mekong y el matadero es un parque acuático en un supestamente tranquilo río. Actualmente el ‘Nam es demodé, lo del estanque abandonado poco creíble y un escenario de universitarios descontrolados es mucho más atractivo, permite repetir el cliché de las películas «slasher» de los ’80s: los chicos y chicas malas, que irrespetan a la autoridad, beben, bailan lascivamente y usan bikinis diminutos (las chicas) son devorados de formas horribles y crueles, mientras el geek y la virgen sobreviven y triunfan. La diferencia de la pelicula actual son 30 años de desarrollo en técnicas «gore», y por supuesto las CGI y el 3D. Las inconsistencias son monumentales: por un lado las pirañas devoran insaciablemente en la playa principal a todos los que están o caen al agua y desaparecen cuerpos en cuestión de segundos, pero al heroe le basta con echar un cuerpo medio devorado como carnada para «mantenerlas ocupadas». Y finalmente resulta que sólo había un puñado de pirañas. La escena final es puro humor negro (aunque habrá que ver si la retoman en la secuela). Sorry por los spoilers, aunque dudo que alguien más que entre en este blog no la haya visto