Yo me transformo
Ana Lily Amirpour, la realizadora seleccionada por el showrunner Guillermo del Toro para hacerse cargo de La apariencia, es una autora feminista conocida por utilizar las herramientas que ofrece el cine de género para reflexionar acerca de los miedos y amenazas que sufren las mujeres en la sociedad contemporánea. Por tanto, la elección de la directora de Una chica vuelve a casa sola de noche (A Girl Walks Home Alone at Night, 2014) y Amor carnal (The Bad Batch, 2016) resulta tremendamente adecuada para plasmar en imágenes esta historia original de Emily Carroll que nos adentra en la obsesión enfermiza por alcanzar un modelo de belleza femenina imposible que termina por sumergir en la locura a la protagonista de este estupendo episodio de El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro. La apariencia es una comedia negra con elementos de body horror en la que una poco agraciada cajera de banco introvertida y aficionada a la taxidermia inicia un proceso de transformación física (y psicológica) con intención de encajar en el grotesco aquelarre compuesto por unas compañeras de trabajo que representan el reflejo de una femineidad aberrante vista a través del espejo deformado del patriarcado.
Kate Micucci, convenientemente afeada para la ocasión, ofrece aquí una interpretación espectacular que fundamenta su capacidad para alterar los nervios del espectador en una mirada desvalida y peligrosa capaz de generar una sensación de inestabilidad que resulta a la vez incómoda y entrañable. Asimismo, la puesta en escena de Ana Lily Amirpour recurre al uso manierista de grandes angulares y primerísimos planos del rostro de Micucci con el fin de ofrecer una imagen deformada de una realidad que se diluye ante nuestra mirada como la extraña crema que la protagonista se aplica en la piel para crear así un efecto de permanente alteración visual que nos adentra eficazmente en la mente perturbada de un personaje que termina siendo absorbido por un sistema que genera monstruos perfectamente homogéneos en fachada y mentalidad. En definitiva, La apariencia es una sátira cruenta e implacable donde la creadora de Mona Lisa and the Blood Moon (2021) retrata con gran eficacia y tremenda mala baba la enorme presión social que padecen las mujeres para tener un aspecto que se adecue a un ideal físico que rechaza la diferencia en favor de una aterradora perfección artificial en la que la personalidad termina siendo anulada por un sistema misógino y cruel. Es muy posible que esta revisión posmoderna, feminista y apócrifa de La invasión de los ladrones de cuerpos (Invasion of the Body Snatchers, Don Siegel, 1956) sea uno de los capítulos más perturbadores y fascinantes de este gabinete de artefactos terroríficos creado por Guillermo del Toro.