Linklater, artesano
Aunque el termino está actualmente en desuso, durante muchos años se utilizó una clasificación que diferenciaba entre cineastas autores y cineastas artesanos. El corpus de los primeros, con sus altos y sus bajos, se consideraba homogéneo mientras que se identificaba a los segundos como aquellos directores que desarrollaban productos de calidad, aunque alternaban proyectos personales con otros más alimenticios.
Si no tengo mal entendido, Richard Linklater dispone de ingresos laborales suficientes como para tener que asumir proyectos de encargo y creo, por ello, que toda su carrera se compone de obras que ha asumido como propias. Cierto es que algunas de ellas se pueden identificar como muy sentidas y otras parecen divertimentos. En esta situación cabría hacer una analogía con la obra de los hermanos Coen más que con la de los directores clásicos denominados artesanos, como fuera John Huston, tal vez quien fuera el director más frecuentemente etiquetado como “artesano”.
Hit Man se origina en una de aquellas historias en las que la realidad supera la ficción. Gary Johnson, profesor universitario de filosofía en Nueva Orleans, colaboraba a tiempo parcial con la policía en la instalación de equipos de espionaje para detener a potenciales asesinos hasta un día en el que, por ausencia del policía quien interpretaba el papel, él tuvo que asumir la falsa identidad del sicario al que acudían aquellos que requerían su trabajo. Dado el éxito que tuvo su interpretación, Johnson pasó a asumir este papel durante años. La historia, leída en la prensa, atrajo el interés de Linklater para adaptarla, añadiendo una trama a la historia real para aumentar el interés del espectador. El desarrollo argumental se trabajó con dos coguionistas, siendo Glen Powell, intérprete de la cinta, uno de ellos, y posiblemente por este motivo la cinta gira absolutamente en torno al personaje central, que aparece en todas las secuencias. Es posiblemente por este motivo que el mayor interés de Hit Man se centra en las caracterizaciones de su personaje. Johnson/Powell decide adoptar una identidad, Ron el asesino, que se transforma en múltiples personalidades, no tanto para no ser reconocido, sino porque Johnson decidió adaptar su creación a cada “encargo”. Radica aquí el encanto de la cinta, en la serie de secuencias consecutivas en las que Johnson transforma a Ron, cada vez de modo más sofisticado, en multiplicidad de asesinos que van de lo más basto a lo más sofisticado, del sicario más elemental al más siniestro malvado. Glen Powell [1] da el golpe y se adueña de la película con un personaje que surge de su interior y asume su identidad, no sólo engañando a sus víctimas sino también a sus compañeros y a su pareja.
La doble personalidad de Powell y Johnson desequilibra no obstante la película, dado que la potencia del personaje (o personajes) creados arrancan hilaridad en gran parte de la cinta y, sin embargo, el desarrollo dramático que sigue no alcanza el mismo nivel de sofisticación en la elaboración de la trama, que se queda algo corta en su desarrollo posterior. Lejos de parodiar otros clásicos sobre asesinos a sueldo, como los que aparecen en un breve montaje que se incluye en el metraje, muy lejos de desarrollar el instinto asesino que surge de las entrañas de Gary, Linklater y sus colaboradores optan por un recurso tan agradecido como limitado. Ron/Gary desarrollará una tórrida relación con una mujer que pretendía sus servicios, algo contradictorio para la personalidad de Gary, introvertida y algo tímida, evidenciando que la personalidad de Ron empieza a ocupar su lugar. De haber desarrollado a partir de este punto el interés de Ron por los asesinatos, Hit Man podría haber sido una obra radicalmente distinta. Los autores, tal vez limitados por el origen real del personaje y de la historia, no transitan este camino y Hit Man deviene una comedia criminal, con algunos giros interesantes, pero que no va mucho más allá de los enredos más básicos entre los personajes, entre la pareja y entre Gary y sus compañeros de la policía. Hit Man resulta finalmente un muy entretenido divertimento, un divertimento artesanal, que puede ser disfrutado por el público y que no oculta el goce de sus creadores mientras lo prepararon.
[1] Powell, ahora de moda entre jóvenes por sus apariciones en Top Gun: Maverick (Joseph Kosinsky, 2022) o, junto a Sydney Sweeney en Cualquiera menos tu (Anyone but You, Will Gluck, 2023) colaboró anteriormente con Linklater en Fast Food Nation (2006), Todos queremos algo (Everybody Wants Some!!,2016) y Apolo 10 1/2: Una infancia espacial (Apollo 10 1/2: A Space Age Adventure ,2022)