Godard es un cineasta prolífico. Así lo demuestran sus numerosos largometrajes y también sus incursiones en el terreno de las películas de corto o mediometraje, ya sean impulsadas por iniciativa propia o formando parte de filmes colectivos. Antes de su primer largo, Godard realiza tres cortometrajes y a partir de Al final de la escapada alternará filmes de larga y corta duración hasta hoy en día —durante las décadas de los setenta y ochenta será proclive a filmes-ensayo, realizaciones para televisión, scenarios, etc, que optan casi siempre por el medio formato—. Por tanto, hacer un repaso de sus filmes pequeños resulta una tarea igualmente compleja y extensa, que enfrentarse a sus largos.
Si aceptamos la limitación de este estudio —el “primer Godard”, hasta finales de la década de los 60 (aunque en este período podríamos hablar probablemente de dos o tres godards distintos)—, serán 12 los cortometrajes realizados, siete de ellos para filmes colectivos. Los cinco primeros: Operation Béton (1954), Une femme Coquette (1955), Charlotte et Veronique, ou Tout les Garçons s’appellent Patrick (1959), Charlotte et son Jules (1960) y Une histoire d’eau (1961) codirigido éste último junto a François truffaut, responden a una misma voluntad de sencillez y falta de pretensiones, y funcionan más como demostración del impulso de filmar que como afirmación autoral. Todos ellos comparten una necesidad de naturalizar los personajes y espacios que se filman, abriendo nuevas perspectivas en la gravedad del cine francés de la época (cine de qualite). Todos ellos retratan a jóvenes personajes femeninos y masculinos en juegos de parejas, trazando espontáneos encuentros y desencuentros en las calles de un Paris que comienza a exhibirse con naturalidad. (Si bien Operation Béton es una excepción, pues en su primera filmación Godard se acerca de un modo más tradicional al documental).
Uno de los elemenos claves de estos primeros filmes es el estrecho sentido de colaboración que desprenden. Auí podemos hablar realmente de la formación de un movimiento. Godard que siempre se ha alimentado de otros artistas incluyendo citas, cameos, referencias directas a música, pintura, etc. dentro de sus creaciones, busca mediante la colaboración con sus compañeros de generación trazar nuevas líneas de aprendizaje junto a Rohmer (suyo es el guión de Charlotte et Veronique), Truffaut (co-director de Une Histoire d’Eau), etc.
Godard está probando sus instrumentos, midiendo la distancia que le llevará a realizar Al final de la escapada. Así, las relaciones de Jean Paul Belmondo y XX en Charlotte et son Jules, o las compañeras de piso de Charlotte et Veronique anticipan las escenas con Jean Seberg en su primer largometraje. Los modos de relacionarse entre personajes, y de estos con su entorno mediante los libros, la cultura pop, y el modo de regurgitar la tradición del Hollywood clásico en sus imágenes/comportamientos ya está presente en estos momentos.
La segunda fase de sus películas cortas vendrá ya de la mano del reconocimiento como autor colaborando en varios filmes de capítulos. En éstos cobrará más importancia el planteamiento de un concepto o idea que la mera voluntad de disponer unos personajes en un entorno determinado para filmarlos.
En La paresse, su cortometraje realizado para Les Septs Péchés Capitaux (1961), dirige a Lemmy Caution en un jocoso análisis alrededor de la pereza. Caution es un actor de éxito y no puede evitar seducir a las mujeres, pero finalmente debido a su pereza termina por abandonarlas. Los trabajos del amor son demasiado agotadores.
El amor y sus derivados (ciertas formas de prostitución, la fidelidad, etc.) serán las referencias principales alrededor de las que giren prácticamente todas sus películas cortas. En Il nuovo mondo incluido en Rogopag (1962), realiza un primer y particular acercamiento a la ciencia ficción que desarrollará de modo más amplio en Alphaville. Una explosión nuclear en las afueras de Paris provoca que sus habitantes comiencen a comportarse de modo extraño. Nuestro protagonista, incapaz de aceptar el progresivo distanciamiento de su pareja, verá expresadas sus insatisfacciones a través de estos elementos externos. Los elementos barajados ya son puramente godardianos. Los zombis se reconocen (como si se tratase de una versión humorística de The body snatchers) por ser incapaces de realizar frases complejas o por confundir palabras, y por consumir medicamentos de modo compulsivo.
En Le grand escroc, incluido en Les plus belles escroqueries du monde, Jean seberg se convierte en una joven cineasta americana que viaja a Marruecos donde tratará de averiguar cuáles son las fronteras entre la realidad y la ficción y las máscaras de la sociedad. Godard ensaya mediante el uso e la voz en off y el montaje de sonido se acerca cada vez más a su etapa de madurez.
Para el filme colectivo Paris vu par… realiza Montparnasse-Levalois, Godard compone un curioso filme. En él se dan cita elementos de una sencillez (la propia trama) que remite a sus primeros trabajos, y por otro avanza líneas de trabajo desarrolladas a partir del 68. Será el primero realizado en color y en él orquesta una pequeña historia de enredo definida en los títulos de crédito como un Action-Film, en relación a la action-painting o la action-sculpture de la que habla uno de los personajes, en los que se une el azar de forma voluntaria en la creación artística. Godard será el instigador, el que lanzará las piezas al aire: la historia, los personajes, los espacios. Posteriormente serán los propios actores quienes desarrollen estos elementos y especialmente los Hermanos Maysles (dedicados casi en exclusiva a desarrollar el cine documental, cinema-verité, en lso sesenta) quienes tomen las elecciones a la hora de filmarlos.
Godard retoma en estos momentos la colaboración como elemento fundamental a la hora de trabajar, como demostrará en sus filmes políticos de finales de los sesenta y setenta. Como en Charlotte et Veronique en la que teníamos el fondo puramente Rohmer y las formas incipientes de Godard, en esta ocasión tenemos un fondo-godard confirmado por una forma-maysles.
Anticipación. Con la llegada del cine militante Godard desarrollará sus ideas en Loin du Vietnam, los Cine Trats, etc.