(E)videncia

Glosaba hace poco (aunque ya hayamos cambiado el año) las numerosas obras con las que he disfrutado en las dos décadas de existencia junto a Miradas de Cine. El 2022 ha sido otro excelente periodo cinematográfico con tantas obras de calidad como las que pueden verse en las listas adjuntas, redactadas por tantas amigas y amigos de esta publicación, a las que cabría añadir todas aquellas aun no estrenadas y vistas en festivales. A esta evidencia querría añadir un par de comentarios.

Por una parte, huelga decirlo, la extraordinaria cosecha de producciones españolas que hacen del pasado año el mejor en cuanto a calidad y premios. A las que aparecen en mi listado querría añadir Un año, una noche (Isaki Lacuesta e Isa Campo, 2022), que cayó de mi Top en última instancia y La piedad (Eduardo Casanova, 2022) que lucirá su extraordinaria extravaganza en el Top 23 (sin duda, junto a Decision to Leave de Park Chan-wook, ahí van
spoilers).

La piedad

Por otra parte, la dualidad de unas pocas salas comerciales ocupadas por pocos espectadores viendo las mismas películas frente a una serie de festivales repletos a rebosar de un público ansioso de cine. ¿Qué problemas tenemos en nuestro sector exhibidor?