Festival Nits de Cinema Oriental de Vic 2023

Nitomanía

El pasado 18 de julio, en la localidad de Vic, comenzó la 20ª edición del Festival Nits de cinema oriental; un evento ineludible para los entusiastas del cine asiático, que en el transcurso de una semana, celebran y degustan la cultura de otros países. Veinte años atrás, una proyección de la disparatada y divertida Shaolin Soccer (2001) de Stephen Chow daría pie a la idea de llevar a cabo un festival concreto, destinado a acercar el cine que se hacía al otro lado del mundo. Por aquel entonces, la distribución y consideración popular de la
cinematografía oriental era muy minoritaria y la labor de portales digitales, blogs e iniciativas como el Nits fueron una parte fundamental en su divulgación. Además, muchos de estos espacios no tenían una finalidad lucrativa y su desarrollo era meramente pasional. Por ende, poder seguir sumando años y conservar esa devoción es un acto de valor que enfrenta prejuicios y levanta fronteras.
En el festival hay un término recurrente: ‘nitòmans’. De esta forma se hace referencia a los espectadores que se congregan durante varios días para descubrir películas inéditas. Los nitòmans
celebran y ríen durante las proyecciones, reforzando la identidad del evento y elevando la experiencia del visionado como acto colectivo. Esta festividad tiene dos sedes principales: l’Atlàntida y la Bassa dels Hermanos. Quizá la más representativa de ese espíritu sea la segunda, que acoge un mayor número de espectadores y acompaña los visionados con una cena temática y otras actividades paralelas.

Nits de cinema oriental

Yasuaki Kurata es el mejor luchador

Este año el festival contaba con la presencia de Yasuaki Kurata, uno de los nombres más reconocidos del cine artes marciales. Desde principios de los 70 ha colaborado en más de un centenar de películas, compartiendo pantalla con actores como Jackie Chan, Chow Yun-fat o Sonny Chiba e interviniendo en películas como Comando infernal (1987. Sammo Hung), el live-action de Blood: The Last Vampire (2009. Chris Nahon) o la última película de John Woo: Manhunt (2017).
Además de presentar un cortometraje protagonizado por él mismo, también pudo verse una de sus interpretaciones más recordadas: Fist of Legend (1994. Gordon Chan), que aquí llegó como Jet Li es el mejor luchador. La película transcurre durante el periodo de la ocupación militar de Shanghái de 1937, a donde el joven Chen Zhen (Jet Li) regresa tras enterarse del fallecimiento de su maestro. El argumento entronca con Furia oriental (1972. Lo Wei), una de las grandes incursiones de Bruce
Lee en el cine, donde también combate contra los japoneses. En la película de Chan. este enfrentamiento de estilos colisiona con una secuencia que pone cara a cara a Jet Li y Kurata. En el duelo, los luchadores se cubren los ojos para pelear en igualdad de condiciones, dando lugar a una coreografía imaginativa de prodigiosa ejecución.

El castillo de Monkey Punch y Hayao Miyazaki

Recuperando otras películas fuera de competición, la versión restaurada en 4K de El castillo de Cagliostro (1979. Hayao Miyazaki) fue una de las grandes propuestas del festival. Después de trabajar en varios capítulos de la serie original, el primer largometraje de Miyazaki adaptaba la obra de Monkey Punch, siguiendo los enredos del intrépido Lupin y sus compañeros. Dentro de la filmografía del legendario director de animación, esta película parece quedar relegada como un trabajo de menor interés, pero su absoluto despliegue de ideas y la traslación explosiva de su universo la convierten en una joya a reivindicar. Condes megalómanos, ninjas enmascarados, trampillas que se abren pulsando un botón… El mundo de El castillo de Cagliostro contiene todos los elementos necesario a los que aspira una verdadera aventura.

Nits de cinema oriental

La sección oficial

Siguiendo el grueso de su programación, un gran número de películas coreanas competían en la sección oficial, entre ellas, la ganadora de esta edición: Next Sohee (2022. July Jung), un relato social sobre la opresión laboral, que además de cerrar la Semana de la Crítica de Cannes, tendrá distribución en España. Sin embargo, sería una pena que no lo hiciera Mother Land (2022. Park Jae-beom), una pequeña película de animación stop-motion que funciona como un alegato a la naturaleza espiritual y creativa. Desde China, una de las grandes producciones llegaba bajo la dirección de Donnie Yen: Sakra (2023), un wuxia que narra la épica de un legendario guerrero desterrado. Desgraciadamente, la propuesta de Yen no termina de engrasar una secuencia con otra, dando lugar a un trabajo de set que verbaliza una historia relativamente dispersa. Por suerte, le fue mejor a la hongkonesa Once Upon a Time in Hong Kong (2021. Wong Jin): un solvente trabajo de guion sobre corrupciones policiales y triadas donde resuena el cine de Johnnie To. En un registro totalmente opuesto, la taiwanesa Little Blue (2022) de Yifang Lee —quien ofreció un breve coloquio al finalizar la proyección— expone un introspectivo coming of age que reflexiona sobre la sexualidad y la identidad juvenil. La película de Lee fue de esas divisivas y arriesgadas, del mismo modo que la japonesa Convenience Story (2022. Satoshi Miki); una comedia con tintes de terror que enlaza escritura y ficción en un relato inducido en su propia narración.

Nits de cinema oriental

Un país lejano al lado de casa

El festival Nits admite todo tipo de propuestas, la única condición reside en su procedencia. Aunque también hay alguna excepción, como la del director Adrià Guxens, que presentaba Un soroll llunyà. Este cortometraje se aproxima a la vida de un chico catalán de ascendencia china que empieza a padecer de la distancia que le separa de una parte de su familia. El resultado evoca con sutileza esa desilusión, revelando una intimidad profundamente cotidiana, sin grandes golpes de efecto ni subrayados. La posición contemplativa y sincera de Guxens encuentra su lugar aquí; en un festival que acerca aquellas otras realidades presentes en la lejanía… ¡Por muchas más Nits!