Cuando uno se pone a pensar en la naturaleza de los sueños se da cuenta de dos características que pueden hacerlos terroríficos, pero a la vez dotarlos de una cualidad reconfortante. Para empezar, no tenemos ningún control consciente sobre ellos y, segundamente, pertenecen al espacio más privado de cada ser humano: su mente. La yuxtaposición de estas características es lo que hace que, a pesar de que las pesadillas nos aterroricen por las noches, al despertar lancemos un suspiro de alivio en la oscuridad de nuestro cuarto. En Dream Scenario (Kristoffer Borgli, 2023), se elimina la premisa de que los sueños son una experiencia individual y se cuestiona su incontrolable desarrollo.
La fuerza de la nueva película protagonizada por Nicolas Cage reside en su premisa: un anodino profesor de universidad empieza a aparecerse en los sueños de personas de todo el mundo mientras él persiste impotente ante tal fenómeno. El desarrollo narrativo es el vehículo para hablar sobre el control sobre la propia imagen y la cultura de la cancelación, siempre con el nivel de locura y excentricidad que define la filmografía de Cage.
Nicolas Cage es, sin duda, el alma de la cinta. Es curioso como la iconografía del actor ha mutado y, a pesar de que internet lo ha reducido a poco más que un chiste, la elección de sus papeles más recientes es coherente con la imagen que quiere dar. Es decir, es probable que Nicolas Cage no vuelve a ganar un Oscar, pero los papeles que interpreta no los puede interpretar ningún otro actor en el mundo. Y esto es así porque juega con la metanarrativa del personaje que es él fuera de la pantalla. Ni El insoportable peso de un talento descomunal (Tom Gormican, 2022) funcionaría si no fuera el propio Cage interpretándose a sí mismo quien fuera en misión diplomática a Mallorca para rescatar a la secuestrada hija del presidente de Cataluña, ni Dream Scenario tendría sentido si la cara que toda la población mundial ve en sus sueñas, fuera otra que la del miembro más excesivo del clan Coppola.
A nivel de comedia el filme funciona. Si a la premisa le sumamos un par de cameos como el de Michael Cera, y añadimos el carisma desbordante de un confuso Nick Cage, las risas están aseguradas para esta película que mezcla el humor con el cine de género. Incluso el contenido fantástico resulta creíble dentro del universo fílmico. Quizá, la mayor pega de la cinta es su intento de lanzar un mensaje alrededor de la cultura de la cancelación que queda desdibujado a pesar de estar bien planteado. La idea de cancelar a alguien culturalmente por lo que hace en los sueños ajenos, como quien se enfada con su pareja por serle infiel en un sueño, es brillante, pero la película pierde el discurso al no encontrar el tono y no queda claro cuál es su alegato.
La película no exige ningún tipo de lucimiento visual y sabe donde están sus puntos fuertes para poder explotarlos al máximo. Las escenas oníricas son menos psicodélicas o experimentales de lo que cabría imaginar y es un acierto porque la naturalidad (y algún acentuado en una banda sonora reminiscente del cine de terror) transmiten un malestar que ayuda a digerir el visionado.
Dream Scenario es otro juego que nos propone la filmografía única de Nicolas Cage, que con sus filmes de los últimos años ha conseguido un par de logros que juegan a favor de su imagen: ha revertido su estigma de mal actor para mutar en un actor de culto y se ha convertido en uno de los pocos actores/autores del panorama cinematográfico actual. Confiamos pues, que el descaro de Cage seguirá invitándole a aceptar roles atrevidos, pasados de vueltas y al borde de la implosión siempre que las propuestas sean tan interesantes como la de esta película.