Animac 2024

Un goce, cómo no

Dibujos, trazos, composiciones por ordenador, objetos animados, muñecos de todo tipo, rotoscopias, 2D o 3D, collages… un año más la animación embelleció, junto a las omnipresentes cigüeñas, el paisaje leridano en la celebración de la imaginación y las emociones que ha sido este Animac 2024. Como siempre, más propuestas de las que pueden asimilarse. Pero, este año, una bella constatación, puesto que buena parte de los cortometrajes presentados llegaban exitosamente tras su paso por el llamado Incubator del año anterior, las sesiones de trabajo llevadas a cabo entre autores para desarrollar ideas y propuestas.

Talleres

Hubo distinguidos invitados, como siempre. La ilustradora Roser Capdevila, autora de la serie Las tres mellizas, recibió en la clausura un premio a su trayectoria.

Isabel Herguera presentó (on line) El sueño de la sultana (2023) cuyo proceso creativo se expuso también en otro espacio. La obra de Herguera, pese a ciertos desequilibrios de ritmo o a sobreexposición del mensaje feminista, es una bella reivindicación que utiliza tanto imagen real como rotoscopias y bellas filigranas en 2D, inspiradas en iconografía oriental. Una obra para disfrutar en más de una ocasión que alterna el itinerario vital y emocional de su protagonista con la supuesta creación de un país dónde las mujeres rigen la sociedad, una propuesta muy similar a la Victory City de Salman Rushdie, trabajando la animación para alcanzar la belleza que el autor indio describe con palabras.

La prolijidad de los invitados fue de la mano de su humildad. Jose Luis Ágreda repasó su itinerario profesional (y también vital) con la excusa de su labor en dirección de arte de Robot Dreams (Pablo Berger, 2023). En una sala abarrotada (que precisó habilitar una segunda sala para asistir al taller mediante un monitor) siguió sus pasos por Buñuel y el laberinto de las tortugas (Salvador Simó, 2018) o Viking Skool (serie Tv, 2022) hasta llegar a su involucración en la obra de Berger. Allí su papel fue clave para seleccionar los diferentes profesionales que deberían trabajar los dibujos principales, fondos, rótulos, música y animación y aglutinar el resultado de sus trabajos en una obra homogénea. Comentó el interés de Berger por llevar a cabo la obra de Sara Varon, publicada años atrás y llevarla a la pantalla manteniendo mediante 2D (hubo un proyecto de pasarla a pantalla en 3D pero, por fortuna, aquellos derechos habían vencido) la estética y el tono de la novela gráfica, así como la construcción de historia sin diálogos. El proceso requirió, no obstante, la adecuación de los trazos del cómic para hacer más verosímil en imagen animada la ciudad de Nueva York, tercer protagonista de la película, la adecuación de la banda sonora al nivel de acción y emociones de la historia y la coordinación de gran número de profesionales, una historia casi épica que se prolongó más allá del horario previsto.

José Luis Ágreda

José Luis Ágreda

Y el tercer invitado que expandió su figura durante la semana, en una serie de talleres para jóvenes, una masterclass sobre su obra y otra sobre sus ideas creativas, más una presentación con Q&A de El viento en los sauces (The Wind and the Willows, Mark Hall, 1983), en la que participara como animador y dando voz al Señor Sapo, fue Barry J.C. Purves, uno de esos veteranos animadores que han colaborado en infinidad de productos, algunos infantiles y otros adultos, y que, pese a su veteranía y obra, no destacan en primera línea. Su capacidad docente, su voluntad en compartir ideas y experiencias evidenciaron que hay profesionales como él que merecen mucha más atención de la que se les ha prestado. Sus recomendaciones para jóvenes animadores fueron bastante rotundas. Entre otras ideas, enfatizó la necesidad de elaborar la composición de los planos (recurriendo a contrastes de color o sonido si fuera necesario), buscando un dispositivo que, aunque artificial, favorece la reacción dramática y que se debe buscar la credibilidad antes que la realidad.  

Animaciones

Entre los largometrajes se pudo ver El conserje (Hokkyoku Hyakkaten no Concierge San, Yoshimi Itazu, 2023), una agradable comedia sobre una voluntariosa asistente de unos lujosos grandes almacenes a los que acuden animales de todos los pelajes (y plumas) a comprar productos sofisticados. Se trata de un anime para todos los públicos cuyo mayor interés radica en la interrelación entre humanos y animales y en el desarrollo del antropomorfismo en los consumistas animales.

Mars Express (Jérémie Perin, 2023), por su parte, es una propuesta adulta que recupera los mejores trazos del noir (detective privado, ayudante comprometido, traiciones, femmes fatale…) y los sitúa en un Marte habitado por humanos, robots y cyborgs, ahora amenazado por una conspiración que puede desencadenar una revuelta de los artificiales. Con ecos indudables de Blade Runner, Terminator 2 o Desafío total, entre otras, la película de Perin desarrolla acción y trama de modo solvente, aunque las (sobre)explicaciones finales resultan más confusas que clarificadoras. La visión pesimista y la acción en la narración no van de la mano, no obstante, de la animación, de la que se pediría unos tonos más trabajados y, tal vez, más oscuros.

Mars Express

Mars Express (Jérémie Perin, 2023)

Una de las grandes sensaciones del festival fue, sin duda, ¡Linda quiere pollo! (Linda veut du poulet!, Sébastien Laudenbach, Chiara Malta, 2023), que fuera ganadora del gran premio al mejor largometraje en Annecy, al mejor largo de animación en los César y los Mèlies franceses y al mejor guion en el festival de Turín. Las peripecias de una madre para cumplir la promesa de cocinar pollo para su hija, precisamente el día de huelga general, da pie a una serie de sucesos cada vez más delirantes en una película en la mejor tradición de las screwball comedies de Sturges o Hawks. Trabajada en un sencillo pero eficaz 2D con tonos pastel y dibujos elaboradamente semejantes a trazos infantiles, la película de Sébastien Laudenbach (autor de La joven sin manos, vista en Animac hace unos años) y Chiara Malta (autora de Simple Women, cine en torno a Elina Löwensohn) acumula múltiples gags y personajes diversos, añadiendo al dúo protagonista de madre e hija, una tía enérgica (que deja doblados a sus alumnos yoguis), un camionero romántico que se enamora de la madre nada más ver su busto, un policía novato y muy zoquete, la chiquillería entera y multirracial de un barrio periférico con un bebé indómito y un mastín hambriento que acaba sumergiendo vecindario y policía en el caos… y un pollo que trata desesperadamente de salvar la vida. Sin duda, si la animación estuviera mejor considerada a nivel de exhibición y por parte del público general, ¡Linda quiere pollo! podría ser uno de los hit comerciales del año.

Entre los cortos, La gran cita de Conej (Pablo Río, 2023), reconocida con el premio del público de la sección Futur Talent (dónde participan nuevos autores, aunque en este caso, la obra participó ya en el pasado Festival de Cannes), mantuvo el hilarante nivel de la cinta de Laudenbach y Malta. El equipo creador planteó la necesidad de perseguir el humor por todos los medios, sin coartadas moralistas o sociales, y reivindica en sus charlas y en su obra el interés de conseguir el gag por el gag. Planteada como un trabajo derivado del de final de carrera, el grupo de amigos desarrolló “no no sessions” en las que el brainstorming permitía a todos hacer propuestas y escuchar las ajenas, por locas que parecieran. Así el gag se imponía al storyboard y las historias se iban creciendo a raíz de propuestas que surgían por el camino creativo, fueran del equipo de guionistas-directores o del compositor, que consiguió adaptar una banda sonora para orquesta con las alocadas imágenes. Así la canción “Voy a construir un cohete…” articula la presentación del protagonista y de los incontables secundarios en su marcha a la casa de la novia de Conej, para obsequiarla con un cohete con el que ir a la Luna. La historia, desarrollada orgullosamente en siete minutos y en 2D (como su trabajo final de carrera, en oposición a las propuestas de los docentes) recupera según sus autores el estilo de personajes de la primeriza Disney y las locuras de El pájaro loco o Tom y Jerry, aunque personalmente me parecía también muy próxima a las Silly Simphonies y las primeras ideas de los Looney Tunes. No en vano, la cinta es presentada por “Chuminadas Animadas”, planteándose ya una segunda obra de mayor duración y siempre con la voz en over y la música orquestal compuesta para la ocasión, casi nada.

Animac 2024 - La gran cita de Conej

La gran cita de Conej (Pablo Río, 2023)

Lució también buen humor el premio del público a la sección “Curts”, Drijf (Levi Stoops, 2023) que en 14 minutos narra la deriva de una pareja de imbéciles a bordo de un tronco que se han perdido en el mar tratando de ver delfines. La cinta, con una animación tan esquemática como eficiente, evidencia con sarcasmo la estupidez humana y sitúa a ambos personajes en situaciones límite que resuelven de modo surrealista, desde una amputación con una sierra improvisada con dientes de tiburón a un refugio en el interior del animal muerto hasta que la explosión de los gases les lanza al exterior. 

Más serias fueron otras obras como A raparigo de olhos grandes e o rapaz de pernas compridas (Maria Hespanhol, 2023), la crónica en once minutos de un amor imposible, en stop motion. Las idas y venidas de dos muñecos en un Portugal de inicios del siglo XX se ilustra con unos espectaculares decorados, de detalle exquisito, que presentan interiores de taller, salas palaciegas o bares repletos de botellas y luces. Una delicia que deja sensación de precisar mayor desarrollo para seguir disfrutando de la riqueza visual.

Dos de las obras más redondas vistas entre los cortometrajes estaban en la sección White Cube, dónde reina la experimentación. A Kind of Testament (Stephen Vuillemin, 2023) desarrollaba, en dieciséis minutos y con multiples técnicas en las que la animación pasaba de un estilo a otro, una historia borgiana asimilable al Black Mirror. Una mujer ve como otra, mayor que ella pero con la que comparte nombre y apellidos, utiliza sus imágenes colgadas en las redes sociales para desarrollar una historia paralela a la suya. Inquietante como podría ser una obra de David Lynch, la cinta no sólo se expande por todos los estilos de animación sino expande el argumento, desarrollando una trama que refleja hechos imaginarios sobre la vida real de la protagonista, llevando a dudar de qué parte de su vida es real, cuál ha sido fabricada por su sosias y cuál ocurrirá según lo predeterminado por este inquietante personaje, hasta el punto de hacer dudar a la protagonista de su identidad y su propia realidad.

A Kind of Testament (Stephen Vuillemin, 2023)

A Kind of Testament (Stephen Vuillemin, 2023)

Finalmente, Fóshou (Bergamot) (Yanqi Liang, 2023) es un bello poema visual de seis minutos elaborado en stop motion mediante la evolución de las costuras en un tejido, rememorando el nexo de calidez que su madre establecía en su infancia a través de una sábana.

Pequeñas joyas por las que merece la pena disfrutar cada año del Animac.

El sueño de la sultana, de Isabel Herguera

Robot Dreams, de Pablo Berger