Alienoid: Return to the Future, de Choi Dong-hoon. Festival Nits de Cinema Oriental de Vic 2024

Alienoid: Return to the FutureSiguiendo los acontecimientos de la primera parte, Alienoid: Return to the Future (Choi Dong-hoon, 2024) se revela como la culminación de aquella particular hibridación de géneros que situaba el marco de acción entre el medievo coreano y la actualidad. En este batiburrillo temporal, la magia y la tecnología se mezclan en una trepidante cuenta atrás para salvar a la humanidad de una invasión alienígena, dando lugar a una ligera e imaginativa propuesta que busca resolver todas las incógnitas de su predecesora.

Tomando un mayor peso en la historia central, Ean (Kim Tae-ri) —Sook-hee en La doncella (Park Chan-wook, 2016)— debe regresar a su tiempo para detener la amenaza que se ciñe sobre la Tierra. Para ello, necesitará encontrar una misteriosa daga que fue transportada del futuro y reencontrarse con Thunder (Kim Woo-bin), el androide que la rescató y la llevó a su tiempo cuando esta perdió a su familia. En su búsqueda también irá Muruk (Ryu Jun-yeol) y sus dos secuaces felinos, dando lugar a una enrevesada trama de intereses comunes y reencuentros. Con la suma de estos elementos —y aún contando con un prólogo donde se resume a grandes rasgos lo sucedido en la entrega anterior—, esta nueva aventura resulta indivisible de la primera, conjugando un juego de historias cruzadas entre ambas que se presentan con una gran precisión narrativa.

Alienoid: Return to the Future

Para su digestión dramática, el tono que emplea es sumamente distendido, rebajando la épica desde el carácter histriónico de sus personajes. Esta suerte de alivios enriquecen la identidad de la película, haciendo de sus particularidades y diferencias su principal foco de interés. Su apuesta podría equipararse a la exitosa Kingdom (Kim Seong-hoon & Park In-je, 2019), siendo una producción del mismo país y donde también se juega a esa mezcla innovadora, introduciendo una invasión zombi en la dinastía Joseon. Sin embargo, su despliegue es más cercano al wuxia chino, recordando a la denostada y reivindicable La gran muralla (2016) de Zhang Yimou.

Más allá de un prodigioso y cuidado trabajo de efectos especiales, la obra de Choi Dong-hoon resulta notable desde su planteamiento formal, introduciendo una serie de set pieces memorables donde el trabajo de cámara se integra a la acción digital —destacando una brutal secuencia en los vagones de un tren de carga—. Ahí resulta su virtud insólita, devolviendo la plenitud creativa y autoral a un género tristemente condenado por su propia explotación comercial. De esta forma, las dos entregas de Alienoid funcionan con gran soltura, haciendo reconocible su vocación al fantástico y la ciencia ficción.

Alienoid: Return to the Future

Alienoid: Return to the Future es un triunfante colofón aún prescindiendo del factor sorpresa de la primera película; una carrera a contrarreloj contra el tedio de un blockbuster repetitivo y sin alma, funcionando a las mil maravillas desde el riesgo y el absurdo de unos personajes carismáticos y reconocibles. Un divertimento excepcional por su condición original —valga la redundancia— dentro del cine surcoreano de gran presupuesto.