La sorpresa que supuso el estreno de [Rec] hace dos años se debió, entre otras cosas, a su capacidad por descubrirnos un concepto del horror planteados en anteriores piezas, pero nunca consumado de la manera en que Balagueró y Plaza lo llevaron a cabo. Alcanzando unas cotas de originalidad e inteligencia difícilmente igualables, la película circulaba entre su apariencia realista y su esencia ficticia, logrando que una historia poseedora de todos los tópicos al uso adquiriera un escalofriante ambiente de veracidad, convirtiendo al espectador en parte integrante de los avatares vividos por los personajes, dinamitando cualquier concepto distanciador y proponiendo, por consiguiente, una pieza verdaderamente revolucionaria digna de ser considerada como una de las incuestionables obras maestras del cine fantástico contemporáneo.
El enorme éxito del film y su inmediato remake norteamericano, Quarantine (muy inferior, aunque no por ello desdeñable) hacían presagiar una inmediata secuela que ninguno de sus dos autores ha querido ocultar, quedando clara esta intención desde prácticamente la finalización del rodaje de la película anterior. Ahora bien, ¿era necsaria la aparición de una continuación habida cuenta, sobre todo, de las singularidades de [Rec]?. Pues sí y no. Evidentemente, el impacto del film pretérito hizo que el interés hacia los aspectos argumentales no explicitados fuera determinante para la aparición de una secuela. Sin embargo, se corría el peligro de que ésta menguara la sorpresa generada por el film de 2008 al queda ya completamente asumidos los dispositivos utlizados por Balaguero y Plaza. Lamentablemente, esto es lo que acaba sucediendo ya que, si bien la calidad de [Rec] 2 raya a una altura más que notable, no plantea nada nuevo y se sirve, en exceso, de los elementos vinculados con el film anterior.
Muy a pesar de que los cineastas han querido jugar con el punto de vista con el fin de aportar distintas visiones de una misma realidad, lo cierto es que [Rec] 2 se desmarca completamente del poderoso halo de verosimilitud con el que se planteó la pieza original, dando como resultado una película mucho más cercana al tratamiento genérico. El hecho de destruír el tiempo y no esbozarlo de manera lineal, es uno de los factores que rompen las estructuras veristas y acercan la obra a los estrictos terrenos de la ficción. A ello cabría añadir un buen cúmulo de secuencias con una medida puesta en escena (el interrogatorio al chaval poseído) que se desmarcan completamente de la admirable inmediatez de [Rec]. Tampoco el hecho de que la historia oculta nos sea por fin desvelada ayuda mucho a que ambas producciones se hermanen a nivel cualitativo. El exceso de información acaba por pasar factura, ya que desaparece la ambigüedad y el insondable misterio presente en la cinta pretérita. Algo que, sin ningún género de dudas, acaba por menguar la capacidad de impacto de una película completamente anclada en las convenciones del género.
[Rec] 2, todo hay que decirlo, es una muy buena película. Pero lo es respecto a lo funcional que resulta su constante explotación de los tópicos, no porque plantee o extienda los turbadores recursos utiilizados en [Rec]. En todo caso, el film es la dignísima secuela de una pieza magistral.