Animac 2023

Por fin una edición sin máscaras ni temores. Este Animac 2023 centrado en las producciones iberoamericanas (Latam Boom!) ha aportado una excelente cosecha post pandémica, mezclando el humor más original con la reflexión sobre tragedias (demasiado) cotidianas.

Animación sobre los desplazados: Mi casa es su casa

Sirva esta expresión utilizada en Méjico para introducir una obra mayor que nos petrificó en las butacas. Home is Somewhere Else (Carlos Hagerman, Jorge Villalobos, 2022) es producto de muchos autores impulsado por un documentalista, Carlos Hagerman, quien se planteó la necesidad de dar voz e imagen a tantos y tantos emigrantes que se esforzaron por alcanzar el falso paraíso de Estados Unidos y aun luchan por permanecer (o no) en él. Hagerman desarrolló durante años una selección de historias de familias sacudidas por el drama de la emigración ilegal y, muy especialmente, del impacto que, a muy diversos niveles, tiene sobre los más pequeños. Habiendo priorizado tres situaciones, recuperó el relato entrevistando a varias de sus protagonistas para, posteriormente, plantear la trasposición de tales declaraciones a una narración guionizada y animada. Home is Somewhere Else resulta de la propuesta de su director a tres productoras distintas a las que ofreció el desarrollo de cada una de las partes, de cada una de las historias, de modo acorde a su estilo visual, tres historias que conformarán un retrato sobre la emigración clandestina que no tiene nada de complaciente, a la vez que reflexiona sobre la repercusión de las leyes USA sobre los más pequeños, de modo sensible pero nada melodramático. En la primera de las historias conoceremos a Jasmine, nacida en Estados Unidos y por ello ciudadana reconocida, que ve, no obstante, como las normas que impulsara Bush Jr. pueden deportar a sus padres. Trabajada con dibujos infantiles y una animación aparentemente (solo aparentemente) sencilla, vemos como la ley permite a la pequeña transformarse en una joven activista que reivindica sus derechos a no perder a su familia. La segunda historia es la de dos hermanas que están en una situación paradójica: mientras la mayor obtuvo la ciudadanía pero optó por regresar a su pueblo natal, la más joven decide quedarse en L.A. aun sin papeles. Es a través de esta historia dónde asoma el drama del paso de la frontera, la amenaza del retorno imposible y los inciertos destinos de cada decisión, a uno u otro lado, sea un negocio potencialmente próspero entre gringos, sea una carrera de medicina muy ardua en la calidez de la familia. La animación une a ambas hermanas mientras conversan por teléfono, acercando o contraponiendo sus situaciones con referencias comunes o con oposiciones contextuales. En este caso, las declaraciones de las hermanas reales se ponen en boca de las ficcionadas en conversaciones entre ellas o en conversaciones de una de ellas y su abuela. Cuenta Hagerman que al fallar una tercera historia que tenía preparada, tuvo la suerte de conocer a José Eduardo Aguilar, alias El Deportee (De por ti), un joven que fue deportado a Méjico, separado de madre y hermano, tras una infancia y adolescencia en Utah. Su historia, contada con tonos más rotundos que los alegres colores vistos en las dos anteriores, con una infancia muy vinculada a la naturaleza, remacha consistentemente la película, tanto por los sucesos que cuenta (su participación reivindicativo como la de la pequeña de la primera historia, su paso por el centro e retención y su deportación posterior) como por la decisión de El Deportee de organizar una asociación que acoge a deportados y expande sus experiencias. El mismo, y su rap, es quien abre y cierra cada capítulo y la película.  Home is Somewhere Else no es solo destacable por su grito de alerta, necesario y urgente. La descripción del drama, desarrollada sin estridencias aun basándose en historias reales que afectan primordialmente a niños y jóvenes, y el excelente (y complementario) trabajo de animación de las tres historias dan lugar a una excelente obra.

Animac 2023

Home is Somewhere Else (Carlos Hagerman, Jorge Villalobos, 2022)

La película anterior hizo una perfecta dupla con Interdit aux chiens et aux italiens (Alain Ughetto, 2022), una narración en stop motion sobre una saga de emigrantes italianos allende los Alpes. La historia sigue una familia (la del director) desde inicios del siglo XX hasta la mitad de siglo en sus esfuerzos por sobrevivir y progresar. Con unos personajes tan sencillos como encantadores, Ughetto hace patente las precarias condiciones de vida en los montes piamonteses, en riesgo constante de muerte por congelación o hambruna, víctimas de guerra o enfermedad, así como la aparición del fascismo y la segunda guerra mundial. Ughetto, sin embargo, heredero de la saga, trata la historia con suma contención, alternando sabiamente toques líricos (y algunos humorísticos) con los golpes del destino que sacuden o borran personajes. Como la obra anteriormente comentada, Interdit aux chiens et aux italiens es un acertado retrato de una realidad que aun nos es vigente. Si durante medio siglo fueron los italianos quienes sufrían la emigración, el duro trabajo construyendo túneles y carreteras bajo las cumbres nevadas y recibiendo el desprecio galo como reconocimiento de su esfuerzo, esta modesta y continuada epopeya tuvo su relevo en la emigración española hacia Europa a partir de los cincuenta, como ahora lo tiene el éxodo de Asia y África hacia Europa. Para quienes no fueran aun conscientes de ello, la obra de Ughetto (como la de Hagerman) tiene la enorme capacidad de recoger la relevancia social, incluso histórica, de unos hechos que pueden ser llevados a pantalla mediante una técnica que permite compaginar lo íntimo y lo universal, lo cotidiano (las anécdotas familiares, bodas, nacimientos y funerales con todos los juegos, comidas y bromas que salpimentan la vida) con lo extraordinario (las dos guerras mundiales). Nada nuevo para aquellos que conozcan obras de animación y argumento político. Pero si una nueva muestra de la grandeza de la animación modesta que se puede situar al lado de obras como Persépolis o La imagen perdida, testimonios en animación de historia contemporánea.

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Interdit aux chiens et aux italiens (Alain Ughetto, 2022)

Y en la estela del largo franco-italiano, el corto portugués O homem de lixo (O homem do lixo, 2022) rememora las derivas más allá de las fronteras, por motivos bélicos o laborales, de un familiar. El trazo de lápiz del corto luso evoluciona de la mesa dónde la familia recuerda al tío desaparecido y todos los cachivaches que traía de allende las fronteras a los retratos del mismo y a los objetos que cobran vida conservando, melancólicamente, su presencia. También Salvation has no name (Joseph Wallace, 2022) es una amarga crónica sobre la inmigración, con un estilo de fábula cruel que arranca como un espectáculo circense freak narrado por los ciudadanos de un pueblo costero y finalizada, con dureza, por la inmigrante de la que han abusado. Una obra espectacular en su diseño de personajes y su síntesis narrativa, desarrollada en stop motion por un artista experimentado en la animación y el teatro.

Marcel

Hubo oportunidad de ver otros largometrajes: Perlimps (Alê Abreu, 2022), una colorida reivindicación ecologista que adolece de un guion insuficiente, la animación española dirigida por el dibujante Escobar y recuperada por la Filmoteca de Catalunya Erase una vez… (1950) o La otra forma, comentada a raíz de su pase en Sitges). No obstante, la estrella mediática de este grupo fue Marcel, the Shell with Shoes on (Dean Fleischer-Camp, 2021) una fantasía encantadora en la que un hombre entabla amistad con un pequeño caracolillo con el que comparte domicilio. La cinta, alternando realidad y animación, dominada por la inocencia y perseverancia de la pequeña criatura es una suerte de variación de la historia de Babe, el cerdito valiente (Babe, Chris Noonan, 1995). En esta ocasión, el animalito en cuestión explica su vida y aventuras a su nuevo amigo, quien no duda en elaborar un documental sobre el mismo para venderlo a Netflix (un tema recurrente en argumentos actuales, ya visto en Something in the Dirt). La animación, trabajada durante media docena de años, permite al director desarrollar una serie de anécdotas cercanas a las películas de personajes diminutos (Arriety, Los Borrowers, Cariño, he encogido a los niños o, por supuesto, El increíble hombre menguante) pero su relación con el humano da pie a un humor más adulto e irónico. El resultado es una brillante comedia para todos los públicos que da pie a los adultos para desear volver a creer en la fantasía.

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Marcel, the Shell with Shoes on (Dean Fleischer-Camp, 2021)

Grandes cortos

Prodigios estéticos de entre 5 y veinte minutos, que desarrollaban anécdotas o historias complejas se sucedieron en diversas sesiones. En numerosos casos las diversas técnicas de animación consiguen poner en pantalla emociones o historias con una capacidad de síntesis narrativa que ya quisieran numerosos largometrajes. Comentamos brevemente los más destacables.

Todo está perdido (Carla Pereira, Juanfran Jacinto, 2022) una insólita sit-com esperpéntica, con personajes imposibles en stop motion, risibles y repugnantes, basados en un cómic oscuro de por sí y consigue un tono lynchiano realmente perturbador. Rosemary A.D. (After dad) (Ethan Barrett, 2021) es un divertidísimo y, a la postre, bello canto a la paternidad que arranca con un intento de inmolación volando sobre la Casa Blanca y culmina en la renuncia a la muerte y la continuación de la relación familiar, todo ello apoyado en unos trazos y colores elaboradamente infantiles, como la sucesión de dibujos de un cuaderno de parvulario. Trabajado en 3D pero mezclando diversas técnicas (stop motion, materiales, imagen real), Backflip (Nikita Diakur, 2021) era una divertidísima propuesta que planteaba los intentos de un avatar del autor, guiado por un programa informático, por conseguir dar un salto mortal hacia atrás; la cámara, combinado con registros temporales y posturales, más la imagen captada en el monitor, repite los incansables esfuerzos del personaje y las incontables caídas y golpes hasta su triunfo final. Fascinante es The Flying Sailor (Amanda Forbis, Wendy Tilby, 2022) un imaginativo desarrollo animado del vuelo de un personaje catapultado por una explosión que contempla durante el vuelo el universo entero, que compite por el Oscar al mejor corto animado con An Ostrich Told me the World is Fake and I Think I Believe it (Lachlan Pendragon, 2022) una historia cruel sobre un personaje de animación stop motion que descubre su identidad como pieza en un cortometraje publicitario. Of Wood (Owen Klatte, 2022) reproduce la historia de los Estados Unidos en sucesivos bajorelieves cortados y filmados sobre madera, en 11 (Vuk Jevremovik) los trazos de lápiz, posteriormente coloreados recrean brillantes movimientos futbolísticos y en Miracasas (Raphaëlle Stolz, Augusto Zanovello, 2022) un funeral deviene una explosión de colores, una celebración musical y un acto de justicia. En sus breves 18 minutos Slouch (Michael Bohnenstingl, 2021) cuenta la rise and fall de un músico independiente, con guion bien trabado y recursos visuales que dan a la narración un empaque muy superior a numerosos largos sobre cantautores que hemos sufrido en otras ocasiones.

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An Ostrich Told me the World is Fake and I Think I Believe it (Lachlan Pendragon, 2022)

Diversas obras abordaron las relaciones de pareja o la situación de la mujer en muy diversos estilos. Amok (Balázs Turai, 2022), premio en Annecy, describe con humor muy negro y colores chillones una pasión destructiva, una agresividad de género, encarnada metafóricamente por enanos perversos que dominan al protagonista y le infectan con una furia homicida que debe controlar, un cuento lisérgico y ambivalente que cierra en tablas ante la correspondiente reacción femenina. Frente a ella, Granny’s Sexual Life (Urška Djukić, Emilie Pigeard, 2021) desgranaba en una combinación de fotografías y dibujos infantiles la violencia de género que sufrían en el siglo XX las mujeres eslovenas, recurriendo a un fuera de campo o a algunas metáforas visuales, tan ingeniosas como amargas. The Debutante (Elizabeth Hobbs, 2022) adapta brillantemente un cuento de Leonora Carrington mediante diversas técnicas (dibujo, acuarela, collage) para mostrar la repulsa de una joven ante su fiesta de puesta de largo, a la que invita a una hiena para que ocupe su lugar y burlarse así de las normas sociales que la presentan como un objeto de lujo. Curiosa (Tessa Moult-Milewska, 2021), mezclando diversos estilos, narra el encuentro de una joven con el mundo interior de su nueva pareja, al que accede por una puerta secreta, y en el que descubrirá más secretos de los que ella querría saber hasta quedar atrapada en el interior de un hombre tan dependiente como posesivo.

Presencias

Animac no es solo proyección de filmes. Una de las grandes apuestas de este modesto festival (y que supera en mucho a otros oficiales) consiste en dar voz y diálogo a grandes autores y público (buena parte del mismo profesional) en diversos encuentros, incluidas conferencias o master classes. En esta ocasión se contó con la presencia de tres auténticas estrellas que no sólo recibieron reconocimiento a su obra sino que dialogaron con los participantes en la correspondiente sesión.

Anca Damian, autora de Crulic y Las vidas de Marona, centró su charla en su última obra, The Island, una visión pop de la historia de Robinson Crusoe dónde él y Viernes pasan a ser las dos caras de una misma moneda. Personajes que huyen de su mundo y naufragan en una isla fantástica, dónde las apariciones de piratas y criaturas fantásticas (propias tanto de El Bosco como de los asistentes al festival Burning Man) traslucen valoraciones morales sobre los códigos sociales, la ecología y la sociedad. Una obra que, por otro lado, ante cabe plantearse el porqué de su limitada difusión.

Animac 2023

Pasajero (Juan Pablo Zaramella, 2022)

Juan Pablo Zaramella inició su prolífica carrera como animador a primero de siglo y no ha cesado de regalarnos una serie de cortometrajes tan imaginativos como hilarantes, con una habilidad para crear historias y gag a partir de anécdotas reales. Desarrollados con dibujos sencillos, stop motion, con muñecos y con objetos, el uso de collage, o mezcla de realidad y animación, sus obras alternan la pura broma (El guante, En la ópera, Lapsus) con la reflexión, el retrato más ácido (Onion) con una ternura emotiva (Viaje a Marte). En la charla, Zaramella indicó la necesidad de recoger las ideas del día a día, dejarlas reposar para filtrar las opciones más aprovechables y desarrollar finalmente alguna propuesta con ramificaciones. Sin duda, el ejemplo más directo sería el de En la ópera, originada en la visión de unas cebollas cortadas a semejanza de una cabeza con la boca abierta y en las que identificara un grupo rock, idea dejada de lado durante años y recuperada cinco años después para mostrar como los asistentes a una representación de Turandot lloran sin parar puesto que los cantantes no son sino cebollas. No obstante, el relato de creación más inaudito fue el de Lapsus, originado por la presencia de un personaje vestido de rojo en un local con paredes de rojo, a partir de la cual buscó (siempre la idea más básica) la presencia de un personaje animado en blanco y negro frente a un espacio blanco y ante un límite negro… la opción final, una monja que, al atravesar el límite, ve su cuerpo disgregado en partes y que pugna por recuperar su forma inicial, pasando del blanco al negro y viceversa en una auténtica epopeya del humor absurdo. Sin duda, su planteamiento de que los límites generan libertad es un lema a considerar por muchos autores, viendo los grandes resultados obtenidos por Zaramella, no con presupuestos holgados sino de imaginación y planificación.

Juan José Medina, veterano autor mejicano, recordó los inicios de la animación de Guadalajara, en los que debutó un joven Guillermo del Toro, dando un par de conferencias. En una, comentando su labor en la creación del Pinocho de Guillermo Del Toro. En la otra, repasando la evolución de las técnicas y materiales utilizados por su productora en la creación artesanal de obras stop motion. Un completo relato de como la profesionalidad aguza el ingenio y favorece la creatividad antes que los productos costosos elaborados por las multinacionales. Con el exhaustivo y fascinante repaso de materiales y trucos utilizados para el corto Tío (2021) introdujo el anuncio de un nuevo proyecto de largometraje basado en el mismo, El niño carbón. La animación no se detiene.