En la sección Orizzonti Extra del Festival Internacional de Cine de Venecia, el director Khaled Mansour presentaba su debut Seeking Haven for Mr. Rambo (Al bahs an manfaz i khoroug al sayed Rambo), un largometraje que gira en torno a la amistad entre Hassan (Essam Omar) y su perro Rambo. Cuando, para proteger a su amigo, el canino ataca a Karem, el casero de Hassan, el protagonista se embarca en un viaje por las calles de El Cairo en busca de un refugio para su amigo Rambo antes de que Karem tome medidas drásticas. Mansour retrata con esta premisa a un personaje aislado e inseguro que debe hacer frente a la sociedad egipcia y a sus problemas internos con tal de crecer como persona y salvar a su amigo. Mediante una iluminación cuidada y el énfasis de los colores, Mansour retrata desde el respeto la complejidad de las emociones humanas y, especialmente, transmite el sentimiento de soledad del joven Hassan. El resultado es una película de lo más emotiva y llena de personajes entrañables (sobre todo el simpático Rambo) que además cuenta con un trabajado apartado visual que refuerza el impacto de las imágenes. En Miradas de Cine tuvimos la oportunidad de charlar con el director sobre Seeking Haven for Mr. Rambo, donde Mansour nos habla de sus inquietudes a la hora de crear la película o algunos de los desafíos a los que tuvo que hacer frente, además de compartir con nosotros sus referencias cinéfilas.
Primero de todo, enhorabuena. ¿Cómo te sientes presentando tu película en un festival como el de Venecia?
Emocionado pero también un poco nervioso porque es mi primera vez en Venecia como cineasta. Estoy muy contento, pero estar en un festival como este, uno de los más top del mundo, también es un poco estresante.
Tengo que decir que me ha gustado mucho la película.
¿Sí? ¿Y que es lo que más te ha gustado?
Pues es algo que te iba a preguntar más adelante, pero me adelanto y saco ya el tema. Ya habías dicho en alguna ocasión que la película intenta representar un sentimiento de perpetua soledad y lo cierto es que consigues que el personaje principal, Hassan, realmente se sienta como alguien muy aislado a lo largo del metraje. Opino que hay una cierta dificultad en representar personajes así, ya que debido a su naturaleza no suelen hablar o expresarse. En un momento dado incluso le dicen a Hassan: “Es la primera vez que dices algo sobre ti mismo”. ¿Cómo enfocaste este desafío?
Creo que la gente, en la vida real, está constantemente intentando esconder sus emociones. Yo mismo soy así como persona. Intentaba trasladar esto en la fase de escritura del guion y a la actuación en el rodaje. Les pedí a todo el reparto —a Essam Omar, el actor principal, o la actriz Rakeen Sad, por ejemplo— que trataran de esconder sus sentimientos, porque creo que estos se dejan ver de alguna manera cuando intentas no mostrarlos. No lo hice solo por la soledad del personaje, sino también porque creo que todos somos así.
¿Cómo contribuyó Mohamed El-Hosseiny en la escritura del guion?
Mohamed El-Hosseiny es mi coescritor y empezamos juntos a escribir el guion de cero ya desde el minuto uno. Mohamed ha sido muy importante para esta película y me encanta trabajar con él. Ahora estoy escribiendo mi segunda película y él está conmigo en el proyecto. Le quiero mucho, es un escritor muy talentoso y muy trabajador.
¿Pensasteis los dos la idea para la película?
La idea se me ocurrió a mi cuando, creo que hace ocho años, vi una imagen de un hombre joven abrazando a su perro en una calle oscura, aunque no consigo recordar de donde salió la imagen. Dos o tres meses después hubo un famoso incidente en Egipto. Un grupo de hombres ataron un perro baladi (un perro callejero) a un palo para luego atacarle con cuchillos. Después alguien apareció con un trozo de madera y le golpeó en la cabeza, el perro falleció al instante. Este incidente, en conjunto con la imagen que ya tenía en la cabeza del joven abrazando a su perro, fue lo que me hizo querer hacer esta película de inmediato. Quería contar la historia de ese joven, pero en la película él está intentando salvar al perro.
Sobre el nombre del perro y la película a la que hace referencia. Rambo, el personaje de Sylvester Stallone, era de algún modo alguien que buscaba un hogar al que pertenecer y que acababa siendo perseguido, una situación que guarda ciertos parecidos con lo que le sucede al perro Rambo. Pero quería preguntarte a ti, ¿qué motivos te llevaron a escoger este nombre?
Pues hay muchas capas con respecto a la selección del nombre, pero prefiero contar solo la principal y dejar las demás para libre interpretación del espectador. La primera capa, para mí, es que Rambo hace referencia a un personaje muy fuerte. El perro, que quiere proteger a su amigo Hassan, también es un personaje fuerte. Y los dos Rambos son valientes. Como ya he dicho, el resto de razones las dejo al espectador para que saque sus propias conclusiones.
¿Fue difícil trabajar con perros?
Fue muy desafiante, pero por suerte el perro era muy inteligente, bueno y muy amistoso. Le quiero mucho y está aquí en el festival de Venecia. Incluso ha asistido a otras entrevistas que se han realizado esta mañana.
¡Vaya, eso me lo he perdido!
Sí, y ha ofrecido sus propias declaraciones. Ha dicho: ¡guau guau guau! [Ríe]
¿Entonces era solo un perro en el rodaje?
No, eran dos perros idénticos. Uno hacía todas las escenas y otro era el doble. Y fue muy difícil, pero adoré cada momento de rodaje con él. Tuvimos momentos realmente bonitos y genuinos. Le dije a Essam que improvisara con Rambo, que si el perro hacía algún movimiento repentino o una acción inesperada, que Essam siguiera estos movimientos e interactuara con él. De este modo se construían momentos genuinos que reflejaban la amistad entre Rambo y Hassan.
En la película, Rambo es muy obediente. ¡Incluso baila en una escena!
¡Sí! ¡Me encanta esa escena!
En algunos momentos, la película muestra el punto de vista del “tipo malo”, por decirlo de alguna manera. ¿Por qué esta decisión?
Porque no veo a Karem como el tipo malo si no como una víctima. A todos los personajes en la película, o las personas de Egipto en general, las veo como víctimas y no como asesinos o malvados. Entonces escojo el ver también su perspectiva porque quiero verle como un humano. Es una persona con sentimientos complejos sobre sí mismo, y también sobre su mujer, su hijo y su negocio. Si hubiera contado la historia desde la perspectiva de Karem, sobre el hombre que quiere extender su negocio, a lo mejor le tendrías cariño a él en lugar de a Hassan y a su perro que le ataca en frente de su hijo y vecinos. Si lo piensas, tanto su hijo como los vecinos adoran a Karem.
También me ha parecido muy interesante la relación de Hassan con su padre. A pesar de ser una historia bastante relegada al trasfondo, se siente con mucho peso e importante. ¿Qué es esta historia para ti?
Creo que el problema principal de Hassan es que no se siente seguro y está constantemente buscando protección. La figura paternal refleja este problema, y Hassan busca todo el rato a su padre porque busca esa sensación de resguardo. Hassan trabaja como un guarda de seguridad pero no siente protección alguna. La relación de Hassan con su padre, con su trabajo, con Rambo, con la sociedad y su vecindario… Hassan tiene ese problema, es muy débil. Su viaje consiste en pasar de ser un joven frágil a un hombre adulto que puede lidiar con sus problemas y con la sociedad tal y como es.
Hay muchos colores en la película y algunas escenas están muy enfatizadas mediante el uso de algún color concreto, por ejemplo el rojo. ¿Qué valor tienen para ti los colores?
Si tuviera que escoger un color que representara a Egipto, este sería el verde. Egipto no cuenta con el verde de los arboles o de paisajes naturales, pero es un color que está presente en la iluminación de las calles, en las lámparas. En la película, cada color representa algo específico. El rojo, por ejemplo, representa violencia, sangre. El azul es el frío y soledad que experimenta Hassan. Y, como he dicho, creo que Egipto es un país verde, aunque no en el buen sentido sino en un modo más bien estresante.
¿Qué películas o directores han supuesto una influencia para ti?
¿En mi vida en general?
Sí, y también para Seeking Haven for Mr. Rambo en particular.
Para esta película en particular, las obras que más me han influenciado han sido Amores Perros (2000) de Alejandro Iñárritu y White God (Fehér isten, Kornél Mundruczó, 2014), que es muy bonita y desgarradora. Serían las dos películas que más me han impactado mientras trabajaba para Seeking Haven for Mr. Rambo. Hablando más en general, me encanta el cine italiano, por ejemplo Fue la mano de dios (È stata la mano di Dio, 2021) de Paolo Sorrentino. Mi película favorita de todos los tiempos es Cinema Paradiso (Giuseppe Tornatore, 1988). A todos mis dispositivos, bluetooth, móvil… los llamo Cinema Paradiso por lo mucho que me gusta la película. Me encanta Mar Adentro (Alejandro Amenábar, 2004), la película española con Javier Bardem. También adoro a Pedro Almodóvar, que presenta película aquí en el festival, a Alejandro Iñárritu, Martin Scorsese, Woody Allen… Admiro también a algunos directores egipcios que a lo mejor no san conocidos fuera del país. Uno de los más influyentes es Mohamed Khan. Una de las canciones que uso en Seeking Haven for Mr. Rambo es de The Street Player (El harrif, 1983), una de las películas de Khan. La canción suena cuando Hassan está desayunando con su madre y le pregunta qué pueden hacer con respecto al tipo malo Karem.
Por último, tratándose de tu debut como director, ¿Qué desafíos te has encontrado en el rodaje?
Como primera experiencia fue un poco desafiante. Éramos todos primerizos en la película: producción, diseño de vestuario, actores… era la primera vez para todo el mundo. También había cierta complicación para grabar por las condiciones específicas del rodaje de esta película, porque rodar en las calles de Egipto es muy difícil. La gente no está acostumbrada a las cámaras y en cuanto ven una se la quedan mirando o saludan. Por supuesto, rodar con un perro como protagonista era realmente complicado. Además, la fase de preproducción fue muy larga. La realización de la película ha durado ocho años porque durante todo ese tiempo estábamos reuniendo los recursos necesarios para poder rodarla, ahorrando para asegurarnos el presupuesto, lo cual fue una tarea ardua.