Este mes no destaca, desde luego, por la cantidad de interesantes estrenos, aunque es probable que contenga algún que otro «tapado». De entre lo más comercial o llamativo para cierta cinefilia entre la que supongo que me incluyo, vamos a comenzar por Pablo Larraín. Tras Neruda, Spencer o Jackie, ahora le toca el turno a Maria Callas, en un biopic protagonizado por Angelina Jolie que seguramente no pasará desapercibido; Respecto a la cuarta entrega de las aventuras del Capitán América… ¿cómo era aquello que decían en El gatopardo? ¿Cambiarlo todo para que todo siga igual? pues eso; También la cuarta entrega de la saga de Bridget Jones. Sinceramente, me apetece más ver esta que la anterior, y eso que no he visto las tres primeras; A Osgood Perkins le salió bien la jugada con su película más floja (sí, la de Nicolas Cage con el rostro enharinado). Ahora vuelve con un mono de juguete asesino y un cartel que me recuerda a Atracción diabólica (Monkey Shines, George A. Romero, 1988) y un argumento que parece el de Silencio desde el mal (Dead Silence, James Wan, 2007), por mucho que se base en un relato de Stephen King. Longlegs también tenía buenos referentes, pero confío en que The Monkey sea mejor porque la premisa da juego; Daniela Forever es el regreso de Nacho Vigalondo, previo paso por Toronto y Sitges, con música de Hidrogenesse y una historia romántica de corte fantástico. Su película más personal, se dice por ahí… Ya veremos, dijo un ciego; Por lo que se comentó también en Sitges, Una ballena, lo nuevo de Pablo Hernando, es una especie de psycho-thriller lovecraftiano con Ingrid García-Jonsson. Un buen reclamo para un director que no los necesita porque su obra previa habla por sí misma; En Limónov, Kirill Serebrennikov (La mujer de Tchaikovsky, Leto…) adapta la novela de Carrère sobre el polémico escritor ruso; En la multinominada a los Óscar A Complete Unknown, título que surge del estribillo de Like a Rolling Stone, James Mangold dirige a Timothée Chalamet haciendo de Bob Dylan (ejem) y a Elle Fanning de Joan Baez (ejem, ejem), basándose en la novela de Elijah Wald Dylan Goes Electric!; El veterano Mike Leigh regresa con Mi única familia, un drama sobre la depresión, esa enfermedad que mucha gente confunde con la mala leche; Vuelve el Mel Gibson director con un thriller de hora y media desarrollado íntegramente (o eso parece) en una avioneta y un argumento que da pie a mucho giro y diversión; Walter Salles dirige la nominada al Óscar a Mejor Película (y a Mejor Película Extranjera) Aún estoy aquí, que aunque por su título puede parecer un intento del realizador para que se acuerden de él y le hagan casito (¡ha funcionado!), es en realidad un drama biográfico con tintes políticos durante la dictadura de su país en los 70.
Entramos de lleno en el cine español, y aunque nadie se lo crea, solo tengo controlados seis estrenos este mes procedentes desde dentro de nuestras fronteras (al margen de los citados antes). Uno de ellos es Bodegón con fantasmas, que al final no se estrenó en un enero saturado de lanzamientos, algo que probablemente le beneficie; El secreto del orfebre es un drama romántico con Mario Casas y Michelle Jenner dirigido por Olga Osorio, que el año pasado debutaba en el largometraje con la cinta familiar de corte fantástico ¡Salta!; Helena Taberna (Yoyes) dirige a María Vázquez y Pablo Molinero en el drama Nosotros, cuyo cartel es sospechosamente parecido al de Volveréis con no se sabe muy bien qué oscuras intenciones; En Padres, Natalia Verbeke y Fernando Cayo son padres separados cuya hija adolescente desaparece una noche; Además tenemos dos documentales, a mi juicio uno bastante más interesante que el otro: La marsellesa de los borrachos es un intento de enmendar una triste historia recuperando unas canciones antifranquistas que fueron censuradas y por las que aquellos que intentaron reunirlas hace sesenta años fueron procesados; Descalzos versa sobre música religiosa, pero no de Stryper ni nada parecido, es sobre un grupo que se llama Hakuna y la sinopsis reza cosas muy extrañas, así que quien la vea lo haga bajo su propia responsabilidad.
Y si seguimos con el género documental, aunque procedentes de otras latitudes y longitudes, tenemos nada menos (en realidad nada más) que tres: Siempre a favor de Becoming Led Zeppelin, de Bernard McMahon. La duda, más que razonable, a pesar de contar con la participación e implicación de los miembros de la banda, es si podrá aportar algo que no sepamos ya. Intuyo que poco o nada, pero habrá que comprobarlo; Y siguiendo con la música, bienvenidos sean los documentales musicales, así en general, aunque sean del siglo pasado. Se reestrena Una mano sola no aplaude, trabajo de 1991 que nos acerca a la música calypso; El documental costarricense Memorias de un cuerpo que arde me trae a la cabeza, a saber por qué, a Kiti Manver en Mamacruz.
La cinta suiza de animación en stop motion Salvajes es un relato ecologista con orangutanes y que se desarrolla en la exótica Borneo. Y si seguimos con el cine animado, tenemos alguna que otra propuesta más. Entre ellas la rusa (de hace tres años) Finnick, un monstruo en cada casa, sobre una criatura que gasta bromas pesadas a los moradores de su vivienda hasta que se van. Por supuesto, llegan unos que lo ignoran y se quedan a tocarle la moral; Attack on the Titan es un recopilatorio que se estrena en cines de los dos últimos episodios especiales de la serie, que imagino interesará a los seguidores de esta; Los exploradores es el título en castellano de la película argentina Gigantes de la Mancha, destinada al público infantil y que rinde tributo a Don Quijote y a las cintas de aventuras de los ochenta; La luxemburguesa Mary Superchef, sobre una niña que quiere ser cocinera de élite, porque hay gente para todo; Vuelve el osito Paddington, pero esta vez sin rastro alguno de Paul King, así que veremos si sus nuevos responsables pueden mantener el nivel, que era bastante alto para lo que uno podría haber esperado inicialmente; Por último, la japonesa Naoko Yamada (A Silent Voice) regresa con Tu color, otro anime dramático en torno a adolescentes que buscan su lugar en el mundo.
La red fantasma, de Jonathan Millet, es un thriller de venganza inspirado en hechos reales sobre un exiliado sirio que tiene que dar caza a su antiguo torturador. Y siguiendo con el cine europeo, la italoargentina Maura Delpero estrena su segundo largometraje de ficción, Vermiglio, sobre un desertor que busca refugio en un tranquilo pueblo de los Alpes en plena II Guerra Mundial; El islandés Erlingur Thoroddsen adapta Los indeseados, novela de igual título de Yrsa Sigurðardóttir, un thriller nórdico con un investigador que indagando en crímenes del pasado encuentra conexiones personales; Jude Law y Alicia Vikander son Enrique VIII y la Reina Catalina en la británica La última reina, aunque yo ahora solo puedo pensar en la pegadiza I’m Henry the VIII, I Am, de Herman and the Hermits; No hay amor perdido es un drama francés sobre una madre ausente que reaparece en plena adolescencia y efervescencia; La peor persona del mundo (Renate Reinsve, claro) reaparece en la noruega La tutoría, título reminiscente de aquel film de sectas de Friedkin pero que quizá se acerque más a La caza de Thomas Vinterberg. Y terminamos en nuestro viejo continente con una comedia: La francesa Algo le pasa a mi yerno, que cuenta con un argumento prometedor, y viendo algunos estrenos actuales, para mí eso ya es bastante.
Dejamos vistos para sentencia los estrenos en salas con tres títulos del continente americano, y por una vez, nos referiremos a él como los libros de geografía y no como los estadounidenses, que consideran América solo su país, que también. Desde los EE.UU, que además de reestrenar presidente también reestrenan Following, el debut de Christopher Nolan, tenemos Fuera de la ley, que tendría mejor pinta seguramente si la hubiesen dirigido los hermanos Coen, pero habrá que darle una segunda oportunidad al autor de Old Henry; Y desde Brasil, Levante, que como ya comentaba aquí el mes pasado (finalmente se estrena en febrero) se ha titulado El desafío de Sofía porque yo lo valgo (y porque La decisión de Sofía podría dar lugar a malentendidos).
En cuanto a las plataformas, sí hay cosas potentes, al menos para mí, y las que más me apetecen las guardo para el final. En Netflix me ha llamado la atención una serie mexicana basada en Celda 211. Eso no quiere decir que vaya a verla, pero me ha llamado la atención. La que si veré casi con toda seguridad es Algo embarazada, comedia protagonizada y coescrita por Amy Schumer que se hace pasar por embarazada por simple envidia. Cómo comprenderéis, un must. Disney+ estrena otra serie de Pixar, En la victoria o en la derrota con Will Forte dando voz a uno de los personajes. En Apple TV+ después de su exitosa Casa en llamas, Dani de la Orden estrena la serie A muerte, que mezcla comedia, romance y cáncer…; Y también El abismo secreto, cinta fantástica de Scott Derrickson protagonizada por Anya Taylor-Joy y Miles Teller. Movistar+ estrena el 10 de febrero la multipremiada cinta francesa de animación ¡Linda quiere pollo!. De entre todo lo que Filmin estrena, me permito destacar una que no ha pasado previamente por salas y que en Sitges gustó bastante a la gente de Miradas: Schirkoa, in Lies We Trust. Y acabamos con lo más top del mes, nada menos que en Prime Video, telita como está la cosa. Nueva serie de Borja Cobeaga: Su majestad: un rey (en España, 2024) un poco torpe que debe abdicar en su hija, una bala perdida (cualquier parecido con la realidad, igual que ocurría en Celeste de su colega Diego San José, blablabla). Y tras su paso por Venecia, Takeshi Kitano estrena Broken Rage, y sí, lo hace directamente en una plataforma. Supongo que es buena noticia en cualquier caso, teniendo en cuenta que nunca se estrenaron en España ni Kubi, ni Ryuzo and his Seven Henchmen ni Aquiles y la tortuga… (y no estoy seguro, pero creo que tampoco las dos secuelas de Outrage).





