por Borja Vargas | 2 de julio, 2012 | Filmemoria
La cotidianidad ante el instinto y la Historia No tenía la perfección de Kurosawa ni de Kobayashi, ni la originalidad o el talento arrollador de Masumura, ni la trascendencia de Teshigahara. Ni siquiera la delicada intensidad, la emotividad de su maestro Mizoguchi....