por Diego Salgado | 24 de enero, 2010 | Criticas, Featured
No tomarás el nombre de Lovecraft en vano A pocos minutos de que concluya La herencia Valdemar, un señor pide a una chiquilla que le traiga una taza de chocolate. La niña se dirige a una mesa para cumplir con el encargo y, merced a una brevísima elipsis entre dos...