Ahora que Marvel tontea con el/los universos paralelos, hay que plantearse si realmente el MCU entero a ido a parar a otro universo distinto al nuestro. O, tal vez, en realidad, Thanos ganó definitivamente en Vengadores: Infinity War (Infinity War, Joe Russo, Anthony Russo, 2018) y Vengadores: Endgame (Joe Russo, Anthony Russo, 2019) no fue más que un sueño. O, quizás, aún peor, fuimos el conjunto de espectadores quienes nos desintegramos entonces y habitamos actualmente una realidad paralela. En cualquier caso, las películas correspondientes a la nueva fase del Marvel Cinematic Universe (MCU) posterior a Endgame han resultado progresivamente decepcionantes, salvadas las aceptables excepciones de Spider-Man: Lejos de casa (Jon Watts, 2019) y Spider-Man: No Way Home (Jon Watts, 2021) o la muy estimulante y oscura Doctor Strange en el multiverso de la locura (Sam Raimi, 2022), a pesar de su desubicación respecto a las demás. De hecho, todas ellas padecerían una sumisión a las producciones televisivas y, en este ámbito, sólo lucieron originalidad en trama, personajes y propuesta Bruja Escarlata y Visión (Wandavision, 2021) y Loki (2021, 2023). [1]
Eternals (Chloe Zhao, 2021), con unos personajes excesivamente rígidos y referencias a situaciones que no se daban en la fase anterior del MCU quedó como un producto inconcluso en su falta de continuidad y aislado del resto, tanto por el argumento como por la severidad de su propuesta, más cercana al universo de la Patrulla X que al desenfado de los Avengers. Algo parecido sucedió con la entretenida pero irregular Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos (Shang-Chi and the Legend of the Ten Rings, Destin Daniel Cretton, 2021). Viuda Negra (Black Widow, Cate Shortland, 2020) fue una torpe precuela, absolutamente innecesaria y un error por parte de su protagonista y coproductora. Y en cuanto a Thor: Love and Thunder (Taika Waititi, 2022), Black Panther: Wakanda Forever (Ryan Coogler, 2022), Ant-Man y la Avispa: Quantumanía (Peyton Reed, 2023), Guardianes de la Galaxia Vol. 3 (James Gunn, 2023) [2], incluso con el mismo director o equipo fueron desafortunadamente muy inferiores a sus predecesoras. Tanto daba si Quantunmania era una puerta que se abría a una nueva saga (y rechinaba tanto que ésta parece haberse frenado en producción) o si los Guardianes se despedían de su público (el producto dónde se notó más coherencia en estilo y resultados, a pesar de sus insuficiencias o un innecesario edulcoramiento).
Llegados a este punto cabe preguntarse:
- ¿No hay nadie en Marvel capaz de percibir la deriva? ¿No hay nadie que vea el abismo financiero al que se acercan de seguir errando la diana?
- ¿Hasta cuándo se puede exprimir la saga sin un liderazgo creativo?
- … Tal vez la más importante en nuestro caso: ¿por qué no hicimos caso a Scorsese y fuimos a ver The Marvels?
Como no tenemos respuesta ni tan siquiera para la tercera pregunta, aprovechemos para añadir algunos comentarios que impliquen directamente a esta última producción y lo primero que debería destacarse es que parece no tomarse a sí misma en serio en momento alguno. Cinta orientada directamente (aparentemente más que ninguna otra) al público adolescente, da la impresión de que incluso se ha bajado la franja de edad de los espectadores potenciales. The Marvels adolece de una simplicidad aun superior al resto del MCU y deja de lado la trama galáctica, como un simple telón de fondo, para las aventurillas del trío protagonista. O, mejor dicho, para las aventuras de Miss Marvel, dado que la joven es la auténtica protagonista de la película, aunque sea a nivel pasivo.
El argumento, tal como se plantea, no da mucho de sí (o sí, da vergüenza ajena). Kamala Khan obtuvo un brazalete que le otorga ciertos poderes (aunque el origen del mismo debe buscarse en la serie televisiva Miss Marvel, puesto que aquí no se explica). Dar-Benn es una líder kree que localiza la pareja del brazalete (no hay más explicación de ello) y trata de salvar a su pueblo a la vez que vengarse por la catástrofe causada por Capitana Marvel tiempo atrás (de ello, lo juro, no sabíamos nada ni la superheroína ni los espectadores por lo que se nos tendrá que contar en un flashback). A las dos Marvel se une Monica Rambeau, hija de la excompañera de Carol Danvers (y que adquirió ciertos poderes al atravesar la cúpula de energía creada por Wanda en la serie Wandavisión). Por algún prodigio (que tampoco saben explicar las superheroínas) se intercambian espacialmente entre sí cada vez que usan sus poderes, algo que da lugar a una serie de secuencias cómicas pero que finalmente resultan aburridas de tanto repetirlas. Más adelante visitan un planeta dónde sus habitantes se comunican cantando, pero esto no tiene excesivo interés. Total, hay peleas, la cosa se pone chunga para ellas, para Nick Fury y para el mundo entero… hasta que lo solucionan rápidamente en un par de secuencias.
Tanto hilo suelto, tanta preferencia por el humor antes que la acción (afortunadamente, habida cuenta de la pobreza de la misma) y tanta desgana narrativa no nos llevan, es evidente, a nada bueno. Si Taika Waititi no pudo recuperar los niveles de diversión y acción de Ragnarok, James Gunn los de los dos primeros volúmenes de los Guardianes o Peyton Reed los correspondientes de Ant-Man, era muy deseable pero poco probable que ahora se consiguiera elevar el listón. Hay un problema serio en el MCU y los responsables no son ni Thanos ni Kang.
En un intento aparente de recuperar terreno perdido, la secuencia intercréditos acaba enlazando a los personajes con un universo paralelo (familiar para los amantes de Marvel, aunque hasta ahora fuera del MCU). Llevamos ya alguna otra secuencia que, por el momento, no nos ha llevado a ninguna parte y habrá que ver si esta propuesta tiene continuidad y, de ser así, si tiene éxito. Entretanto, la calidad y la emoción parecen radicar en otro universo paralelo desde el cual, meses tras su estreno, nos sigue estimulando la mejor obra de Marvel fuera de Marvel, Spider-Man: Cruzando el multiverso (Spider-Man: Across the Spider-Verse, Joaquim Dos Santos, Kemp Powers, Justin K. Thompson, 2023). Quizás sea Kevin Feige, señor del MCU, quien deba teletransportarse (con pulseras o sin ellas) para obtener un remedio para su mundo.
[1] ¿Realmente alguien ha sentido como estimulantes o necesarias de continuidad las propuestas de series de consumo adolescente como Falcon y el Soldado de Invierno (2021 -), Ojo de Halcón (Hawkeye) (2021), Caballero Luna (2022), She-Hulk: Abogada Hulka (2022), Ms. Marvel (2022) o Invasión Secreta (2023)? En el mejor de los casos, acababan embrollando la trama y desaprovechando el planteamiento inicial.
[2] Guardianes de la Galaxia: Especial Felices Fiestas (2022) sería la edulcorada excepción por contar con personajes ya conocidos y celebrados por sus fan