por Santiago Rubín de Celis | 12 de febrero, 2012 | Dossiers
Si, como afirma Borges, cada autor crea a sus precursores, en el caso de Nido familiar (Családi tüzfészek, 1979), ópera prima de un veinteañero Béla Tarr, el examen de estos no puede ser más asequible. El primero es evidente: la película fue auspiciada por el Béla...