Las listas dependen del contexto en que vivimos la experiencia y de la memoria en el momento en que las confeccionamos, por lo que están sujetas a diversos sesgos, más allá de si el visionado ha tenido lugar tras estreno comercial o en un festival. Independientemente de todo ello, hay escenas o propuestas determinadas que marcan el año sin que puedan verse en una lista. Aquí me refiero a varias que me han impresionado y que querría comentar más allá de su presencia o ausencia en la lista:
1. No la he situado en mi top, pero Anora (Sean Baker, 2024) tiene uno de los más bellos finales que recuerdo. Sean Baker ama a sus personajes y en esta ocasión nos gustaría abrazarle por ello, a él, a Anora y al entrañable Igor (que actorazo es Yuri Borisov!)
2. En contraste, también me impresionaron los finales desoladores en The Beast y Sobre la hierba seca (Kuru Otlar Üstüne / About dry grasses, Nuri Bilge Ceylan, 2023)
3. La inesperada relevancia de un ciervo en otra secuencia final. Bambi no es intrínsicamente bueno… ni malo. Ryusuke Hamaguchi nos muestra con gran sensibilidad (y un chocante off final) cómo la Naturaleza no tiene inclinación moral en El mal no existe.
4. A la valoración del notable trabajo formal de sonido y montaje, trabajando el off visual, de La zona de interés hay que remarcar la inserción de una secuencia impactante. Glazer retrata con la misma frialdad los espacios de Auschwitz, hasta entonces ocultos al espectador, ahora transformados en museo, adecentado y limpiado por los trabajadores del tiempo presente. Si la memoria del Holocausto es terrorífica, su transformación en atracción turística genera no pocas dudas hacia nuestro propio rol respecto a la película y hacia la Historia.
5. Es notable la presencia de obras elaboradas en torno al proceso artístico y la amistad que lo potencia. Tres emotivas obras españolas giran en torno a este concepto, Segundo premio, En la alcoba del sultán y La estrella azul (Javier Macipe, 2023). Cine honesto, emotivo e imaginativo. Habría que añadir a ellas el Grand Theft Hamlet (Sam Crane and Pinny Grylls. 2024) que muestra la elaboración de una representación de Shakespeare por un colectivo de jugadores on line.
6. Se menospreció hace unos años la propuesta de La piedad (Eduardo Casanova, 2022), en parte por su surrealismo pop pero en buena parte por la inclusión del musical en una estructura narrativa (melo)dramática. Emilia Pérez (Jacques Audiard, 2024), Joker folie à deux (Todd Phillips, 2024) y Polvo serán (Carles Marqués-Marcet, 2024) han seguido, ahora con más éxito, este camino.
7. Disfruto, aunque sea en minoría, con las espléndidas propuestas de animación que, a menudo, no alcanzan la comercialización en pantalla grande o pasan de puntillas. Memorias de un caracol (Memoir of a Snail, Adam Elliot, 2024) es una obra maestra que irá al top 25, Schirkoa, in Lies we Trust (Ishan Shukla, 2024) es una desbordante distopia llena de imaginación y Linda veux du poulet! (Chicken for Linda!, Sébastien Laudenbach, Chiara Malta, 2023) una auténtica screwball comedy digna de constar en los anales de la comedia.
8. Un punto de contrición. No incluí ninguna en el top pero ha sido un gran año para el terror con obras muy interesantes como Else (Thibault Emin, 2024) El brillo de la televisión (I Saw the TV Glow, Jane Schoenbrun, 2024), De naturaleza violenta (In a Violent Nature, Chris Nash, 2024), Sanatorium Under the Sign of the Hourglass (Quay Brothers, 2024), La sustancia (The Substance, Coralie Fargeat, 2024), Longlegs (Osgood Perkins, 2024) y Oddity (Damien McCarthy, 2024).
9. Aún queda cine humanista, sencillo y directo, que evita trampas sentimentaloides o demagogias. Desafortunadamente, Pema Tseden falleció tras el rodaje de la estimulante Snow Leopard (Sa, 2023). Veremos si Clint Eastwood nos ofrece otra obra tan interesante, con un debate sobre la moral propia y la moral social, como ha sido Jurado nº2.
10. Comentar finalmente la potencia del cine asiático. No incluí Tiger Stripes (Amanda Nell Eu, 2023) que destacamos a raíz del Festival de Sitges 2023 pero quisiera mencionar dos obras de acción notables. La calidad del diseño de producción, fotografía y montaje de Twilight of the Warriors: Walled In (Jiu Long cheng zhai · Wei cheng, Cheang Pu Soi, 2024) me mantuvieron clavado en la butaca durante toda su duración, aun sintiéndome ajeno al género de luchas marciales. Por otro lado, la arrolladora Escape from the 21st Century (Cong 21 Shi Ji an Quan Che Li, Yang Li, 2024), tan heredera del cine de aventuras juveniles occidental como de la tradición dramática china, transportan, con una suerte de plano por segundo, al espectador a una montaña rusa visual que constituye una nueva experiencia.