Todos los premios a la vez en todas partes
Cualquier cinéfilo se habrá enterado a estas alturas de que el pasado domingo se celebró la 95ª edición de los premios Óscar. Y sabrá también que hubo una clara triunfadora de entre todas las películas nominadas: Todo a la vez en todas partes. La cinefilia se ha segregado en dos sectores (especialmente en Twitter, donde todo tiende a segregarse), aquellos que celebran la victoria de la película dirigida por los Daniels y aquellos que la ven como una ganadora mediocre de entre todas las candidatas.
Es probable que la elección de la Academia no hubiera causado tal revuelo si el filme no hubiera arrasado en todas las categorías principales a las que optaba. Los entendidos ya anticiparon el galardón para los directores o el guion, pero sorprende que sea la primera película desde Network, un mundo implacable (1976) en llevarse tres óscares de interpretación (mejor actriz para Michelle Yeoh, mejor actor de reparto para Ke Huy Quan y mejor actriz de reparto para Jamie Lee Curtis). La conclusión es parecida a la que se pudo extraer de los premios Goya hace solamente unas semanas: si celebramos un buen año de cine, resulta un poco decepcionante que todos los galardones recaigan sobre una misma película (en el caso de los premios del cine español fue As Bestas de Rodrigo Sorogoyen la que dejó a sus competidoras con las manos vacías).
En cualquier caso, los acontecimientos del domingo son un triunfo sin precedentes para los amantes del cine de género. Una institución que suele premiar dramas biográficos y películas de época por delante de otras propuestas, opta, por una vez, por reconocer una comedia de ciencia ficción con peleas de artes marciales como la mejor película del año. No sólo eso sino que los cuatro intérpretes premiados son iconos del cine de género a los que se ha ninguneado durante décadas. Si bien las victorias de Brendan Fraser y el reparto de Todo a la vez en todas partes dan para buenos discursos y ensalzan el sueño americano que tanto gusta en tierras estadounidenses, es cierto que da parte de razón a aquellos que etiquetan a los Óscar de concurso de popularidad más que de celebración de lo mejor del año. Hace años narrativas parecidas a las de los ganadores de este año no sirvieron a actores como Michael Keaton (en Birdman: La inesperada virtud de la ignorancia) o a Glenn Close (en La buena esposa) y en esta ocasión de poco han servido las victorias en galas como los Bafta o los Critics Choice Awards para algunos de los actores favoritos como Austin Butler (Elvis) o Cate Blanchett (Tár).
El resto de premios estuvieron más repartidos. La vencedora en aspectos técnicos fue Sin novedad en el frente (Edward Berger), la propuesta de Netflix para esta temporada de premios que le valió un puñado de Baftas (incluidos mejor película, director y guion). Grandes taquillazos como Avatar: El sentido del agua (James Cameron), Top Gun: Maverick (Joseph Kosinski) o Black Panther: Wakanda Forever (Ryan Coogler) se llevaron los galardones de consolación a mejores efectos visuales, sonido y vestuario respectivamente.
Muchas películas que aglutinaron nominaciones se fueron de vacío en detrimento de la colección sin misericordia de Todo a la vez en todas partes. Almas en pena de Inisherin, de Martin McDonagh (9 nominaciones), Elvis, de Baz Luhrmann (8 nominaciones), Los Fabelman, de Steven Spielberg (7 nominaciones) o Tár, de Todd Field (6 nominaciones) se volvieron a casa con las manos vacías. Esto se debe en gran parte a la feroz campaña que ha orquestado la productora A24 que se ha llevado todos los premios principales. La productora de cine independiente que nació para dar voz a aquellos cineastas que parecían no tener cabida en la industria se ha convertido en todo aquello que la ésta busca para hacer frente a las propuestas de gigantes como Netflix o Apple.
La gala, propiamente, no dio demasiado de sí. Después de las bajísimas audiencias de los últimos años, la Academia optó por un formato funcional y sin riesgos. Jimmy Kimmel dinamizando las entregas de premios destacó por no meterse demasiado en el barro y mantener su estilo de intentar contentar a todo el mundo. Las actuaciones musicales fueron correctas, destacando el momento de éxtasis de la interpretación de la delirante ganadora al óscar a mejor canción original Naatu Naatu de RRR (S. S. Rajamouli). Por lo menos, hemos vuelto a poder disfrutar de todos los premios en directo después del despropósito que supuso el año pasado (cuando se entregaron los premios “menores” previamente a la gala).
Como cada año habrá gente contenta con las elecciones de la Academia y habrá gente enfadada, pero, en definitiva, la gala sirve para reconocer a grandes películas que nos brinda Hollywood a lo largo del año y para descubrir al público general producciones que quizá, de otra forma, nunca hubiera conocido. Ahora, queda esperar al año que viene y ver qué películas nos brinda este año 2023. Entre muchos otros cineastas, estrenan película Martin Scorsese, Alexander Payne, Greta Gerwig, Hayao Miyazaki, Luca Guadagnino, Yorgos Lanthimos o David Fincher. Así que, si a estas alturas del año que viene, los Óscar nos valen para discutir en una cena con la familia o en un bar con los amigos sobre buen cine, esta fiesta de la vanidad Hollywoodiense habrá demostrado seguir teniendo algún sentido.
Películas nominadas Óscars 2023