William Friedkin es uno de los cineastas más emblemáticos y controvertidos del cine estadounidense de la segunda mitad del siglo XX. Su obra, caracterizada por un enfoque visceral siempre dentro de las coordenadas del cine de género, ha dejado una huella indeleble en la historia del cine. Conocido principalmente por su dirección de El exorcista (1973), uno de los grandes clásicos del cine de terror, y French Connection (1971), ganador del Óscar a Mejor Película, Friedkin destacó por su habilidad para combinar la intensidad dramática con una puesta en escena impregnada de realismo.
A lo largo de su carrera exploró una amplia gama de géneros, desde el thriller psicológico hasta el cine de acción, siempre con una mirada audaz que desafiaba las convenciones de su tiempo. En el año de su fallecimiento, este estudio es nuestro humilde homenaje a su figura, siempre reivindicando personajes complejos y moralmente ambiguos, y su capacidad para crear atmósferas únicas.